Después de nueve meses de espera las esperadas fotografías de Annie Leibovitz a los Reyes de España se han inaugurado esta semana no sin polémica. Las fotografías oficiales de los Reyes a cargo de Leibovitz forman parte de la exposición La tiranía de Cronos en las que también se verán las fotos oficiales del exgobernador del Banco de España Pablo Hernández de Cos, que fue el encargado de hacer este regalo a los reyes. Además, también se podrán ver parte de las obras pictóricas, joyas y relojes que forman parte de la colección del Banco de España.
En este esperado díptico, la reina Letizia luce un vestido negro de Balenciaga acompañado de una capa que evoca elegancia, pero sin portar tiara ni joyas destacadas. Eso sí, la consorte de Felipe VI decidió lucir algunas de las históricas joyas de pasar que forman parte de la imagen de la dinastía como el famoso collar de chatones de la Reina Victoria Eugenia.
«POR 137.000 EUROS ME ESPERABA OTRA COSA»
No todos los periodistas que habitualmente siguen la actualidad de la monarquía española. Así la escritora Ana Polo, autora de una biografía de Isabel II y más recientemente de Cayetana de Alba, en su cuenta de Twitter aseguraba que no estaba satisfecha con el resultado: “Personalmente, por 137.000 euros que han costado, me esperaba otra cosa. El retrato de Felipe, sobrio y elegante, pero oscuro y frío. Letizia guapísima, pero parece una actriz de Hollywood, no una reina”.

“Annie Leibovitz escogió la Sala Gasparini del palacio real para los retratos de Felipe y Letizia. Personalmente, me parece un horror. El palacio es precioso, pero esta sala es de un rococó excesivo. Además, no casa con la tradición artística española, de una elegante austeridad”, añadía.
Para Polo la parte más interesante del retrato de Letizia es el vestuario elegido: “Respecto al retrato de Letizia hecho por Annie Leibovich: el «outift» es de dos diseños de Balenciaga distintos. El traje negro es de 1948 y la capa frambuesa (una maravilla) es de 1962. La capa fue diseñada para un vestido blanco para la boda de Sofia y Juan Carlos”.
“La fabulosa capa frambuesa era de un diseño que Balenciaga hizo para la condesa de Torroella de Montgrí en 1962. La condesa lo encargó para la boda en Atenas de Juan Carlos y Sofía. Me hubiese encantado que Letizia lo hubiese llevado como capa. Como chal desluce”, remataba.

Lo que peor le parece a Ana Polo es la comparativa que algunos medios han establecido entre este retrato y otros históricos de la Casa Real española: “Comparar estas fotografías con el gran Velázquez es insultar a la historia del Arte. Esto tiene tanto de Velázquez como yo de Cleopatra”.
Pilar Eyre, una veterana en seguir a los Borbones y en desvelar sus mejores (y peores) secretos ha preferido tirar de ironía sobre los retoques de las fotos que componen el díptico real. Sobre todo, el de la Reina: “¿Estáis seguros de que es ella? Esos ojos abiertos y asustados, la nariz chata, haciendo morritos y todo bajo una bruma neblinosa dificultan la identificación”.
PEÑAFIEL: «PARECE UNA ACTRIZ DE CINE CON UN TRAJE ALQUILADO»
Claro que si hay un periodista crítico con los habitantes de la Zarzuela ese es el veterano Jaime Peñafiel. “Yo me pregunto, ¿no hay fotógrafos españoles para haberles echado la foto?», lanzaba el escritor. «Él [Felipe VI] está muy bien, pero ella no. Es que ella no me gusta. La conozco muy bien«, apuntaba disparando contra Letizia.

Para Peñafiel el resultado es “una cursilada” con una Letizia que “parece unta actriz de cine con un traje alquilado”. “No me ha gustado”, se reafirmaba el autor de Los tacones de Letizia y, como otros comentaristas, ponía el foco en el precio de la sesión.