El senador del PSOE Alfonso Gil desprestigia las Instituciones, concretamente al Senado, tras tildar toda una comisión de investigación como una «comisión crucifixión». Gil ha considerado que investigar la actividad privada de Begoña Gómez en la Cámara Alta es «un espectáculo mediático, político y judicial», mientras los jueces y la UCO ponen negro sobre blanco la situación judicial de la esposa del presidente del Gobierno, el hermano de éste y todo el caso Koldo, cuyo principal imputado apunta a medio Gobierno.
«Aquí hay una cacería clara contra el presidente del Gobierno y el secretario general del PSOE, y en la que todo vale. Se ha tocado todo su entorno político y personal, y no se duda en usarlo todo para derribarlo», ha afirmado Ander Gil en la última sesión de la comisión de investigación, sin hacer ni una sola pregunta a la funcionaria de Moncloa que ayudó a Begoña Gómez a hacer parte de la cátedra, tal y como atestiguan los correos electrónicos firmados por ella misma. Entre otras funciones, llegó a ser intermediaria de Begoña Gómez para pedir a Reale Seguros mantenerse en la cátedra extraordinaria sobre Transformación Social Corporativa (TSC).
Sin preguntas y arropando a la propia trabajadora de La Moncloa. Nada más terminar la comparecencia, Alfonso Gil fue el único senador que se acercó a la mesa para entablar una conversación o un saludo con Cristina Álvarez, quien le miraba sucesivamente a lo largo de las casi dos horas de intervenciones con preguntas de PP y Vox. Las respuestas eran un silencio absoluto a pesar de no estar imputada en el caso. La compareciente se negó a hablar acogiéndose a su derecho a no declarar.

Ander Gil le hizo de anfitrión, llegando incluso a rescatarla de las continuas preguntas de los senadores del PP, con un Alfonso Alonso mordiente, sin dejar de recordarle por qué estaba sentada en la mesa y su deber de responder. El Senado estudiará ahora si la funcionaria se ha excedido en sus derechos debido a la obligación de los comparecientes de responder las cuestiones y decir la verdad.
Lejos de exigir el cumplimiento del reglamento de la Cámara, Alfonso Gil hizo en la práctica de abogado defensor de Álvarez, la empleada de la Moncloa con relación estrecha con la Complutense para obtener los requisitos necesarios para registrar el software que presuntamente Begoña Gómez puso a su nombre, por el que está imputada por un presunto delito de apropiación indebida e intrusismo laboral, al no tener los requisitos necesarios para firmar los pliegos del contrato público de dicho software.
LA FUNCIONARIA SOLO ESCRIBE POR CORREO Y GUARDA SILENCIO CON LA COMPLICIDAD DEL PSOE
La propia funcionaria utilizó tanto el correo de Presidencia como su mail personal para pedir a los patronos mantenerse en la cátedra, según consta en el informe de la UCO de la Guardia Civil, al que ha tenido acceso MONCLOA.

Cristina Álvarez tendrá que comparecer como testigo ante el juzgado de Instrucción 41 de Madrid, una declaración muy esperada dado el gran número de veces que aparece su nombre en el informe de la Benemérita en el caso. Paloma Gómez (Vox) también le ha dejado claro su papel en la comisión de investigación. «Es problema suyo» si no respondía a las cuestiones planteadas, como el rol o trabajo desempeñado en el complejo de La Moncloa.
La senadora pasaba de las preguntas a las afirmaciones probadas, como una confirmación sobre «correos electrónicos en los que es más que evidente que usted participó en las gestiones de la Universidad Complutense mientras la señora Gómez codirigía uno de sus másteres». La batería de preguntas se cernían sobre su trabajo y su papel en algunas reuniones en las que estuvo presente Pedro Sánchez.
Serrano, por su parte, le advirtió sobre la falta de colaboración, insólita en un compareciente que no está imputado. «Tomo nota de lo usted plantea», le respondió el presidente de la mesa de esta comisión, Eloy Suárez, quien tuvo que llamar reiteradamente al orden a sus señorías por no cerrar la boca mientras intervenían otros responsables parlamentarios. Lo hizo a uno y otro lado de la bancada, con mano izquierda y serio cuando tuvo que serlo.
También está en entredicho el fichaje de la hermana de Cristina Álvarez por la cátedra de la Complutense, una maniobra que muestra la estrecha relación labrada en tiempos de Inmark, donde coincidió con Begoña Gómez desde hace más de una década. De hecho, Pedro Sánchez trabajó en esa misma consultora tras dejar la secretaría general del PSOE.
JAVIER HIDALGO NIEGA LAS REUNIONES CON PEDRO SÁNCHEZ
Caso muy distinto en el Senado fue el de Javier Hidalgo. El ‘desaparecido’ reapareció con todas las respuestas, sin dejarse ni una sola. Eso sí, advirtió a los presentes que le permitieran hablar bajo la amenaza de permanecer en silencio. «Si no se me permite hablar, me voy a acoger a mi derecho a no declarar», aseguró Hidalgo.
El CEO de Air Europa negó cualquier reunión privada con Pedro Sánchez, aunque sí admitió un encuentro con otros 24 empresarios y el presidente del Gobierno. Asimismo, señaló que ni conocía al exministro de Transportes, José Luis Ábalos, ni tampoco a Koldo García.
Asimismo, aclaró la cuestión retorcida en sede judicial al apuntar que una de las acusaciones le preguntó «si recordaba con quién estaba el 24 de junio del 2020». Su respuesta es clara: no recordó que hizo hace casi cuatro años y medio, pero sí admite conocer a Begoña Gómez.
La comparecencia de Hidalgo era muy esperada tras ser llamado a la comisión el 7 y el 22 de noviembre, pero que no se le entregó la notificación al estar desaparecido. No obstante, su propio abogado indicó que estaba perfectamente localizable y de hecho ha acudido a la cita más que puntual.