La investigación en el Tribunal Supremo sobre la presunta filtración de correos electrónicos relacionados con el caso de Alberto González Amador da un nuevo paso. El exsecretario general del PSOE de Madrid, Juan Lobato, testifica este viernes como testigo ante el juez Ángel Hurtado para declarar sobre estos hechos que han sacudido el panorama político madrileño y nacional.
La investigación se centra en la supuesta revelación de comunicaciones entre la defensa de González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso, y el fiscal que investiga presuntos delitos fiscales. El caso ha cobrado especial relevancia tras la publicación de informaciones que señalan a Moncloa como origen de la filtración.
Las implicaciones políticas y la dimisión de Lobato
La situación ha provocado un terremoto político en el PSOE madrileño, culminando con la dimisión de Juan Lobato como líder regional. El punto de inflexión se produjo cuando se conoció que había acudido a una notaría para registrar la conversación con un cargo de Moncloa que le enviaba información sensible sobre el caso.
Esta decisión de protocolizar notarialmente las comunicaciones, que Lobato describió como una iniciativa «personal» y no consultada con el partido, ha generado intenso debate sobre la gestión de información sensible en el ámbito político.
La causa, iniciada el 16 de octubre, investiga al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, y a la jefa de la Fiscalía Provincial de Madrid, Pilar Rodríguez. Los registros realizados por la UCO en sus despachos han arrojado datos significativos, especialmente un informe que sugiere una «participación preeminente» del fiscal general en la filtración.