Los melindres gallegos son un dulce tradicional que evoca recuerdos de la infancia y de las abuelas que, con cariño, los preparaban en casa. Este delicioso bocado, caracterizado por su textura suave y su sabor ligeramente dulce, ha sido un favorito en muchas familias gallegas durante generaciones. Sin embargo, en la actualidad, muchos buscan alternativas más saludables que les permitan disfrutar de estos manjares sin sentir culpa. En este artículo, exploraremos cómo hacer melindres gallegos caseros, ofreciendo una versión más sana que respeta la esencia del clásico dulce de la abuela.
La cocina gallega es rica en tradiciones y sabores, y los melindres son un claro ejemplo de ello. Originalmente, estos dulces se elaboraban con ingredientes sencillos y accesibles, lo que los convertía en un postre ideal para cualquier ocasión. Sin embargo, con el tiempo, algunas recetas han incorporado ingredientes menos saludables, lo que ha llevado a muchos a buscar opciones más equilibradas. A través de esta receta, aprenderemos a preparar melindres gallegos caseros que no solo son deliciosos, sino también más nutritivos.
2PREPARACIÓN DE LOS MELINDRES GALLEGOS CASEROS

La preparación de los melindres gallegos caseros es un proceso sencillo que se puede realizar en poco tiempo. A continuación, se describen los pasos a seguir para elaborar estos deliciosos dulces:
- Mezclar los ingredientes secos: En un bol grande, tamiza la harina integral junto con la canela y la pizca de sal. Esto ayudará a que los ingredientes se integren mejor y evitará grumos en la masa.
- Batir los ingredientes húmedos: En otro bol, bate los huevos junto con la miel (o sirope de agave) y el aceite de oliva. Añade la ralladura de limón y mezcla bien hasta obtener una mezcla homogénea.
- Unir las mezclas: Vierte la mezcla húmeda en el bol con los ingredientes secos y mezcla con una espátula o cuchara de madera hasta que se forme una masa suave. Si la masa está demasiado pegajosa, puedes añadir un poco más de harina integral hasta que tenga la consistencia adecuada.
- Formar los melindres: Precalienta el horno a 180°C. Toma pequeñas porciones de masa y forma bolitas del tamaño de una nuez. Coloca las bolitas en una bandeja de horno forrada con papel vegetal, dejando espacio entre ellas para que no se peguen al hornearse.
- Hornear: Hornea los melindres durante 15-20 minutos o hasta que estén dorados. Una vez listos, retíralos del horno y déjalos enfriar sobre una rejilla.