Recientemente, en mundo de los bombones caseros enriquecidos con probióticos, ha surgido un dulce que combina la dulzura natural de los ingredientes con los increíbles beneficios que aportan a nuestra microbiota. Aquí, no solo descubrirás una receta deliciosa, sino que también conocerás el valor de los mucílago de semillas y cómo pueden influir positivamente en tu salud.
El microbiota intestinal se ha convertido en un tema de interés creciente en la comunidad científica y de salud. Por lo general, se considera que desempeña un papel crucial en la digestión, modulación del sistema inmune y producción de neurotransmisores. Esto nos lleva a considerar cómo los alimentos que consumimos, incluidos nuestros snacks como bombones, pueden ser formulados para potenciar estas funciones.
2CÓMO PREPARAR EL MUCILAGO CON CHÍA Y LINO
Para sacar el máximo provecho de las semillas de chía y lino, es esencial preparar correctamente el mucílago. Comience por mezclar 50 gramos de semillas de chía o lino (puede utilizar las dos) con 150 ml de agua. Este es un ratio de 3 partes de agua por cada parte de semillas. Deje reposar la mezcla durante al menos 15 minutos. Sin embargo, si el tiempo te lo permite, déjala reposar durante 6 horas es ideal, ya que obtendrás una textura más gelatinosa y rica en mucílago.
Una vez pasado este tiempo, observarás que las semillas han absorbido el agua y han liberado un gel que se adhiere a las semillas. Este gel es la fuente de mucílago que enriquecerá sus bombones. Es posible utilizar este mucílago en diversas preparaciones, pero en esta receta, actuará como ligante que no solo une los ingredientes, sino que también aporta fibra y prebióticos, convirtiendo a este dulce en un aliado clave para la salud digestiva en general.