La Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) que aglutina a miles de agentes de la Benemérita ha pedido que se le retire la medalla al mérito de la Guardia Civil que el ministro Grande-Marlaska le impuso al empresario Víctor de Aldama, uno de los principales imputados en la causa Koldo de corrupción, en septiembre de 2022.
Durante su declaración del jueves ante el juez Ismael Moreno, de la Audiencia Nacional, Aldama aseguró que había colaborado con la UCE 2 de la Guardia Civil y que por eso «me condecoraron con la medalla al mérito de la Guardia Civil». Aldama dijo también que había donado un dron a esta unidad antiterrorista de la Benemérita.
Aldama aparece en los informes de la UCO de la Guardia Civil como el «conseguidor» de negocios que afectan a toda la trama e incluso como beneficiario de unos teléfonos que un comandante de la Guardia Civil habría preparado especialmente para él con sofisticados sistemas de seguridad.
Durante su declaración Aldama se presentó como un colaborador de los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado en países como México, Colombia o República Dominicana, entre otros: «Tanto la Policía como la Guardia Civil cuando no tienen medios recurren a gente como yo», dijo ante el juez. Aldama incluso llegó a decir que había colaborado con cuerpos como la CIA y el FBI.
El comandante Rubén Villalba, también detenido e imputado en la causa y la persona que conectaba a los miembros de la trama con la Guardia Civil, perteneció a la UCE 2 antes de ser trasladado a la Embajada de España en Venezuela como agregado de Seguridad de la misma.
La documentación que la UCO puso en la mesa del juez Moreno situaba a Aldama como confidente de esta unidad y una conversación requisada al comandante Rubén Villalba con su jefe, el coronel al mando de UCE-2, encendió todas las alarmas. En ese diálogo quedó constancia de que el mando policial conocía que el empresario Víctor de Aldama estaba dado de alta como confidente en la unidad dedicada a detectar terroristas en suelo español.
ALDAMA SE QUEJÓ DEL TRATO
Aldama se quejó ante el juez de que decenas de guardias civiles habían entrado en su casa a detenerlo y «nos habían apuntado con escopetas a la cabeza a mi mujer y a mi» y comparó el trato recibido con el del fugado ex president de la Generalitat Carles Puigdemont:«He tenido que vivir el episodio triste que viví en mi casa con 38 personas de la Guardia Civil, como si fuera un terrorista, poniéndome la escopeta y a mi mujer en la cabeza y dejando a mi hija como la dejaron en la casa, que igual podían haber hecho con el señor Puigdemont cuando fue a Barcelona», declaró.
Poco después fuentes de la Seguridad del Estado desmentían cualquier vinculación de Aldama con ellos y desmentían su colaboración con la CIA y el FBI. Ahora los guardias civiles piden al ministerio que le retire la medalla que le impusieron.
Por eso la AUGC, «como principal organización en defensa de los derechos de los miembros de la
Guardia Civil, considera inaceptable que se otorguen condecoraciones a personas cuya
trayectoria pueda contradecir los principios de ética, honradez y compromiso que rigen
nuestra institución. Esta práctica no solo ensucia el prestigio de la Guardia Civil, sino que
también hiere profundamente a los agentes que dedican toda una vida de servicio sin
recibir el reconocimiento que merecen. En este sentido, hemos solicitado formalmente al Ministro del Interior que proceda a la anulación de la Orden del Mérito de la Guardia Civil, categoría con distintivo blanco, concedida a Víctor Gonzalo de Aldama Delgado», explican.