Las patatas gratinadas son un clásico en la cocina de muchos países, pero cuando se habla del gratin dauphinois, se hace referencia a una receta que ha trascendido fronteras y se ha convertido en un símbolo de la gastronomía francesa. Este plato, originario de la región de Dauphiné, es conocido por su cremosidad y su irresistible sabor, convirtiéndose en una opción perfecta para acompañar cualquier comida o incluso como plato principal. En este artículo, exploraremos la receta de las patatas gratinadas al estilo gratin dauphinois, una preparación que nunca falla y que siempre sorprende a quienes la prueban.
El gratin dauphinois se caracteriza por su sencillez y por la calidad de sus ingredientes. Con solo patatas, nata, ajo y un toque de queso, se puede crear un plato que es a la vez reconfortante y elegante. Este gratinado es ideal para ocasiones especiales, cenas familiares o simplemente para disfrutar en casa. A lo largo de este artículo, desglosaremos los ingredientes necesarios, el proceso de preparación y algunos consejos para que puedas disfrutar de este delicioso plato en la comodidad de tu hogar.
2LA PREPARACIÓN PASO A PASO DEL GRATIN DAUPHINOIS
La preparación del gratin dauphinois es un proceso sencillo que requiere atención al detalle. Comienza precalentando el horno a 160 grados Celsius. Mientras el horno se calienta, pela las patatas y córtalas en rodajas finas, de aproximadamente 2-3 mm de grosor. Es importante que las rodajas sean uniformes para que se cocinen de manera homogénea. Puedes utilizar una mandolina para facilitar este proceso y conseguir un corte perfecto.
Una vez que las patatas estén listas, engrasa un recipiente para horno con un poco de mantequilla y frota el fondo con un diente de ajo pelado. Esto aportará un sabor sutil al gratinado. A continuación, coloca una capa de rodajas de patata en el fondo del recipiente, salpimienta al gusto y añade un poco de nata líquida. Repite este proceso, formando capas de patatas, sal, pimienta y nata hasta que hayas utilizado todas las rodajas. Si decides añadir queso, espolvorea un poco entre las capas o reserva para la parte superior.
Cuando hayas terminado de colocar las capas, vierte el resto de la nata sobre las patatas y, si lo deseas, añade el queso rallado por encima. Esto creará una deliciosa corteza dorada durante la cocción. Cubre el recipiente con papel de aluminio y hornea durante aproximadamente 45 minutos. Después de este tiempo, retira el papel de aluminio y hornea durante otros 15-20 minutos, o hasta que la superficie esté dorada y burbujeante. La paciencia es clave en este proceso, ya que un gratinado bien hecho es sinónimo de éxito.