En un momento clave para los países escandinavos, con la amenaza de la guerra de Ucrania como principal problema, la casa real noruega no deja de protagonizar escándalos que están generando desafección entre el pueblo. El principal es el que tiene que ver con Marius Borg, el hijo que la princesa Mette-Marit aportó al matrimonio con el príncipe heredero Hakoon. El joven está acusado de delitos contra la liberta sexual.
Un comunicado de la Policía de Oslo informaba sobre la nueva detención del hijo de la princesa consorte. Según está información hecha pública por la policía Borg sigue detenido y reclamándose inocente y, además, se informó un registro policial que tuvo lugar en Skaugum, una de las residencias de los príncipes. Si bien, es una propiedad privativa de ellos y no de la Corona al ser un regalo de boda de los Reyes Harald y Sonia, la noticia ha supuesto un impacto para los noruegos.
Desde que hace meses los problemas judiciales de Borg saltaron a los medios la gestión comunicativa de la Casa Real noruega no ha sido la más inteligente. Desde el principio han intentado separar lo que consideran los problemas de un particular de la institución. Sin embargo, la noticia del registro de una de las residencias de los príncipes herederos ha hecho que no puedan mantener su política de silencio.
Durante una visita de Hakoon a Jamaica, el heredero se ha pronunciado sobre el asunto. “Son acusaciones graves a las que Marius se enfrenta ahora. Hoy, por supuesto, pensamos en todos los afectados”, afirmó el príncipe, que tuvo un recuerdo especial para su mujer. “Me gustaría estar en casa con ella hoy”. En esos momentos ya se sabía que la detención había tenido lugar cuando el joven estaba en un coche cerca de la finca de Skaugum. Tras esta detención se produjo el famoso registro en el transcurso del cual se encontró un teléfono que la policía de Oslo entiende que puede ser importante.
Unas horas antes de la detención la Casa Real hizo pública unas imágenes de Mette-Marit visitando el campamento militar en la que su hija la princesa Ingrid Alexandra realiza su formación militar.
LOS PROBLEMAS CON LA JUSTICIA DEL HIJO DE METTE-MARIT
El nuevo problema con la justicia de Marius Borg es una presunta agresión sexual. Se le acusa de tener sexo con una chica cuando estaba “inconsciente” y que “no podía resistirse al acto”.
Según el comunicado de la Policía “se ha presentado un informe basándose en la información que ha surgido en relación con la investigación en curso. La fiscalía decidió investigar el caso el 6 de noviembre de 2024”.
Este es el tercer encontronazo del hijo de Mette-Marit con la autoridad en los últimos meses. Fue detenido por primera vez acusado de violencia contra su expareja y luego por quebrantar la orden de alejamiento provisional de ella.
LA SALUD DE METTE-MARIT
Todo este escándalo llega en un momento en que la prensa europea especula con la salud de Mette-Marit. La consorte fue diagnosticada en 2018 con fibrosis pulmonar crónica. Se trata de una enfermedad degenerativa que causa daño a los pulmones y dificultad para respirar. En varias ocasiones ha tenido que paralizar su agenda debido al tratamiento. Además, la Casa Real informó de que la esposa de Hakoon padece una “variante inusual” de esta enfermedad.
EL ENÉSIMO ESCÁNDALO DE MARTA LUISA
Si ha algo están acostumbrados en Noruega es a los escándalos de Marta Luisa, la hermana mayor de Hakoon. Desde que en 2001 se uniera a Ari Behn, no ha dejado de ser fuente de críticas en el país.
Ahora, unida en segundo matrimonio al chamán estadounidense Darek Verrett. La venta de la boda en exclusiva para una plataforma provocó críticas en los diarios que no entendían que la familia real se prestara a asistir a un enlace que estaba remunerado para un medio de comunicación extranjero.
Verrett desde que empezó a salir con la princesa está en el punto de mira de los medios, pero en las últimas semanas se le ha acusado de presunta agresión sexual a clientes. El medio noruego Se og Hør ha publicado unos audios en los que Verrett, en conversación con un amigo, admite haber mantenido relaciones sexuales con varios de sus clientes. «Pasé una línea», se le escucha decir en las grabaciones.
«Crucé una línea cuando se sacó el pene. Nunca debí haberle chupado el pene. Debería haberle dejado así y taparlo con la sábana. Pero terminamos la sesión», asegura en uno de los audios.