ERC ha logrado una importante victoria en su pulso con el Gobierno por el impuesto a las energéticas. El PSOE ha cedido a la presión de Esquerra Republicana, EH Bildu y BNG, comprometiéndose a prorrogar el gravamen durante un año más. Este acuerdo, alcanzado tras intensas negociaciones en el Congreso, garantiza que las grandes empresas del sector energético continúen contribuyendo a las arcas públicas durante 2024.
La diputada de ERC en el Congreso, Pilar Vallugera, ha expresado su satisfacción por el acuerdo alcanzado. En una entrevista concedida a TV3, Vallugera ha destacado la importancia de la prórroga del impuesto a las energéticas como parte integral del paquete de medidas fiscales. Para Esquerra Republicana, era «imprescindible» que el Gobierno se comprometiera a mantener este gravamen, asegurando así la contribución del sector energético a la financiación de los servicios públicos. «Lo importante es que exista el compromiso de que no decae este gravamen y que, por tanto, las energéticas siguen contribuyendo como han venido haciendo», ha subrayado Vallugera.
La diputada republicana ha valorado positivamente el acuerdo alcanzado con el PSOE, que permitirá, previsiblemente, la aprobación del impuesto a las multinacionales con el nuevo mínimo global del 15% este mismo jueves en el Congreso. Sin embargo, ha advertido que si el Gobierno incumple lo pactado, ERC volverá a su posición inicial. Vallugera ha descrito las negociaciones como «larguísimas y caóticas», pero ha enfatizado que lo relevante es el resultado final de la votación.
Las claves del impuesto a las energéticas
Este acuerdo representa un paso importante hacia una mayor justicia fiscal en el sector energético. La prórroga del impuesto a las energéticas permitirá recaudar fondos cruciales para financiar políticas públicas y avanzar hacia una transición energética justa.
La contribución de las grandes empresas energéticas es fundamental para garantizar la sostenibilidad del sistema y para afrontar los retos del cambio climático. Además, este gravamen sirve como incentivo para que las compañías inviertan en energías renovables y aceleren la descarbonización de la economía.
ERC ha defendido la necesidad de gravar los beneficios extraordinarios de las energéticas, argumentando que estas empresas se han visto beneficiadas por la coyuntura internacional. La volatilidad de los precios de la energía ha generado importantes ganancias para el sector, mientras que los consumidores han sufrido las consecuencias del encarecimiento de la luz y el gas.
La prórroga del impuesto, conseguida gracias a la presión de ERC, EH Bildu y BNG, permitirá al Gobierno continuar recaudando fondos para mitigar el impacto de la crisis energética en los hogares y las empresas. Estas medidas son esenciales para garantizar la estabilidad económica y la cohesión social.
Es importante destacar que el impuesto a las energéticas no es incompatible con las inversiones en descarbonización. De hecho, el Gobierno ha mantenido su compromiso con Junts per Catalunya y el PNV de no gravar a las empresas que inviertan en la transición energética. Esta medida busca incentivar la inversión privada en energías renovables y acelerar el proceso de descarbonización.
Desde Esquerra Republicana, consideran que ambas medidas son complementarias y necesarias para lograr una transición energética justa y eficiente.