El Papa Francisco, en un contundente mensaje dirigido a los líderes del G20 reunidos en Río de Janeiro, ha instado a la toma de medidas inmediatas y decisivas para erradicar la lacra del hambre y la pobreza. El Santo Padre ha criticado la aceptación silenciosa de esta situación, reclamando un compromiso global para abordar este desafío crucial. Su mensaje, leído por el Cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, durante el lanzamiento de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, subraya la urgencia de actuar de forma conjunta y colaborativa para garantizar la dignidad humana y el acceso a los bienes esenciales para todos.
El Papa ha enfatizado que la dignidad humana, inherente a cada individuo por designio divino, debe ser el eje central de todas las políticas sociales y económicas. El acceso a los bienes esenciales y la justa distribución de los recursos deben ser prioritarios en la agenda global. Según Francisco, erradicar la pobreza no es solo una cuestión de caridad, sino un imperativo moral que exige la implicación de gobiernos, organizaciones internacionales y la sociedad en su conjunto.
El Pontífice ha reiterado la propuesta de la Santa Sede de reorientar los fondos destinados a armamento y gastos militares hacia un fondo mundial para combatir el hambre y promover el desarrollo en los países más empobrecidos. Esta iniciativa, largamente defendida por la diplomacia vaticana, busca abordar las causas estructurales de la pobreza y ofrecer alternativas viables a las poblaciones vulnerables.
El Papa ha subrayado que el hambre no es consecuencia de la escasez de alimentos, sino de las desigualdades estructurales en su distribución. Este desequilibrio, perpetuado por sistemas económicos injustos y la falta de acceso a recursos básicos como la tierra, el agua y la educación, condena a millones de personas a la inseguridad alimentaria. La solidaridad mundial y la cooperación internacional son esenciales para desmantelar estas estructuras de desigualdad y construir un sistema alimentario más justo y sostenible. El lema del G20 en Río de Janeiro es, precisamente, «Construyendo un mundo justo y un planeta sostenible».