La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha llevado a cabo un estudio exhaustivo que revela la verdad detrás de estos productos envasados, desafiando la percepción de calidad que el consumidor tiene al momento de comprar carne. La cuestión no es trivial, dado que la carne es un alimento básico en la dieta de muchas personas y su calidad puede impactar directamente en la salud.
La OCU ha observado que, pese a que la normativa actual diferencia entre carne fresca, preparada y productos cárnicos, la mayoría de los productos etiquetados como ‘extratiernos’ realmente caen en la categoría de preparados de carne. Esto implica que a la carne fresca se le han añadido ingredientes, condimentos y en muchos casos, agua y aditivos químicos. En este sentido la OCU exhorta que este método sea informado en el etiquetado.
2¿POR QUÉ SE AÑADE AGUA Y ADITIVOS A LA CARNE?
La confusión existente puede ser perjudicial, ya que muchos consumidores asumen, erróneamente, que están comprando carne fresca de alta calidad, cuando en realidad están adquiriendo un producto que ha sido manipulado. En primer lugar, los aditivos y la hidratación de la carne son utilizados para mejorar la textura y el sabor.
Esto permite que productos más económicos, que podrían no ser tan tiernos o sabrosos por sí mismos, sean presentados al consumidor como opciones jugosas y satisfactorias. Además, el uso de agua sirve para aumentar el peso del producto y, en consecuencia, el valor de venta. Uno de los aspectos más difíciles de la compra en el supermercado es la identificación correcta de los diferentes tipos de carne.