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Las redes sociales están llenas de anuncios de tipsters o pronosticadores de apuestas deportivas que prometen ganar dinero de manera rentable, pero ¿se ajustan realmente a la normativa vigente en España? En muchos casos, estos tipsters no cumplen con los requisitos legales, lo que puede suponer un riesgo tanto para ellos como para los seguidores que confían en sus pronósticos.
¿Qué dice la Ley del Juego sobre los pronosticadores?
La Ley del Juego en España, y en concreto el Real Decreto 958/2020 de 3 de noviembre, regula las comunicaciones comerciales en el sector. Este decreto, sobre el cual el Tribunal Superior de Justicia se pronunció en abril para anular varias restricciones y permitir nuevamente los bonos casas de apuestas, establece que los operadores solo pueden realizar acuerdos publicitarios con aquellos tipsters que publiquen todos los resultados de sus pronósticos, no solo los positivos.
Requisitos según el artículo 27 del Real Decreto 958/2020
El artículo 27 del Real Decreto establece que los operadores de apuestas solo pueden firmar acuerdos con pronosticadores si cumplen con las siguientes condiciones:
- Publicación íntegra de resultados: Los pronosticadores deben publicar todos los resultados de sus apuestas en sus plataformas, mostrando transparencia en los resultados obtenidos en la casa de apuestas con la que tienen contrato.
- Limitaciones para figuras públicas: No se permite realizar acuerdos publicitarios con personas que se han hecho conocidas por actividades ajenas a la pronosticación de apuestas.
- Consecuencias por incumplimiento: Si el tipster incumple el acuerdo publicitario, el operador debe resolver el contrato y no podrá contratar nuevamente a ese pronosticador durante los próximos tres años.
¿Están cumpliendo los tipsters con la ley?
La realidad es que la mayoría de los tipsters en redes sociales no cumplen con estos requisitos. En muchos casos, no publican todos los resultados, mostrando únicamente las apuestas ganadoras o incluso editando las imágenes para aparentar rentabilidad. Esto no solo va en contra de la normativa, sino que desinforma a los seguidores y los incita a apostar sin un conocimiento real de los riesgos.
Es importante destacar que esta normativa solo aplica a aquellos tipsters que tienen acuerdos comerciales con casas de apuestas, y no a aquellos que simplemente comparten sus pronósticos de manera independiente, sin relación contractual. Sin embargo, en la práctica, la mayoría de los tipsters que operan en redes sociales y tienen una notable cantidad de seguidores sí están vinculados a acuerdos publicitarios o de afiliación con las casas de apuestas. Este vínculo, en teoría, les obliga a transparentar sus resultados completos para no dar una imagen distorsionada de su éxito.
Además, muchos de estos tipsters no apuestan realmente, sino que obtienen ingresos cobrando comisiones o vendiendo suscripciones a sus grupos de apuestas. Esto genera una situación donde el beneficio del pronosticador no depende de los pronósticos acertados, sino de la cantidad de personas que logran captar y mantener como suscriptores, lo que pone en entredicho la credibilidad de los resultados que muestran.
Conclusión
El auge de los tipsters en redes sociales plantea importantes desafíos de regulación y transparencia. Es fundamental que los seguidores de estos pronosticadores entiendan los riesgos reales de las apuestas y no se dejen llevar por promesas de ganancias garantizadas.
Aunque la Ley del Juego establece normas claras, queda en manos de los operadores de apuestas y de los propios usuarios exigir el cumplimiento de estas normativas y denunciar posibles irregularidades.