Málaga ha vuelto progresivamente a la normalidad tras el fuerte temporal de lluvias registrado el miércoles, que provocó inundaciones, cortes de tráfico y diversas incidencias en la ciudad. El alcalde, Francisco de la Torre, confirmó que la circulación se ha restablecido en la mayoría de las vías afectadas y que la ciudad recupera su ritmo habitual.
La rápida actuación de los servicios de emergencia, tanto a nivel autonómico como municipal, ha sido clave para minimizar el impacto del temporal. La coordinación entre el 112, bomberos, policía local y otros efectivos permitió una respuesta eficaz ante las inundaciones y los desprendimientos.
El alcalde destacó la importancia de la previsión y la preparación ante este tipo de eventos meteorológicos. La presa de Casasola, construida tras la riada de 1989, jugó un papel fundamental en la regulación del caudal del río Campanillas, evitando desbordamientos en el distrito. Esta infraestructura, junto con otras medidas de prevención, demuestra la importancia de invertir en infraestructuras resilientes al cambio climático y a los fenómenos meteorológicos extremos.
La experiencia de Málaga con este temporal, aunque intensa, ha sido menos grave que la vivida en la Comunidad Valenciana hace unas semanas. Sin embargo, el alcalde reconoció la dificultad de evacuar el agua cuando se registran precipitaciones superiores a 25 litros por hora. En esta ocasión, se alcanzaron los 70 litros por hora en algunos puntos de la ciudad, lo que puso a prueba la capacidad de drenaje del sistema de alcantarillado.
Solidaridad ciudadana y futuro de la prevención
De la Torre agradeció la colaboración ciudadana y el comportamiento ejemplar de los malagueños durante la emergencia. La solidaridad y la predisposición de los vecinos a seguir las recomendaciones de las autoridades fueron cruciales para garantizar la seguridad de todos.
A futuro, el Ayuntamiento se plantea nuevas medidas para mejorar la gestión de este tipo de situaciones. Entre las posibles actuaciones, se encuentra la revisión y mejora del sistema de alcantarillado, la implementación de sistemas de alerta temprana más sofisticados y el refuerzo de la educación ciudadana en materia de prevención de riesgos. Se trata de un esfuerzo continuo por adaptar la ciudad al cambio climático y minimizar los efectos de las lluvias torrenciales.
El alcalde insistió en la necesidad de seguir trabajando en la prevención y en la adaptación de las ciudades al cambio climático. Las lluvias torrenciales son cada vez más frecuentes e intensas, por lo que es fundamental invertir en infraestructuras y sistemas de drenaje que puedan soportar estos eventos.
