Galicia esconde rincones mágicos que parecen salidos de un cuento, y uno de ellos es la Ribeira Sacra, un lugar donde los viñedos cuelgan de cañones, los ríos serpentean entre montañas, y antiguos monasterios se esconden entre bosques de castaños y robles. Este paraje poco explorado y de gran belleza atrae a quienes buscan una experiencia diferente, lejos del turismo masivo, y que permita sumergirse en la naturaleza y la historia.
1Podrás disfrutar desde un paseo por el río Sil hasta una ruta de cata en este pueblo de Galicia
Este rincón gallego es perfecto para empezar con un paseo en barco por el río Sil. Desde allí se pueden contemplar los espectaculares cañones y los viñedos que parecen desafiar la gravedad en las empinadas laderas. La región cuenta con una antigua tradición vitivinícola que se remonta a la época romana, lo que hace que, en Galicia, el vino sea una verdadera herencia cultural.
Galicia es también tierra de vinos, y esta zona produce uno de los más singulares de España: el vino de mencía. Realizar una ruta de cata es una excelente manera de disfrutar de los sabores auténticos de esta tierra y descubrir las bodegas que, de generación en generación, mantienen viva la tradición vitivinícola en sus colinas y terrazas.