Cómo hacer las mejores croquetas caseras con solo 5 ingredientes

Las croquetas caseras son de esas pocas cosas simples pero al mismo tiempo deliciosas y reconfortantes. Con su cremoso interior y crujiente exterior, las croquetas caseras son un clásico de la cocina española que nunca pasa de moda. Y aunque algunos puedan pensar que hacer croquetas es complicado, en realidad, con solo cinco ingredientes puedes crear unas croquetas caseras que sorprenderán a todos. Aquí te contamos cómo hacerlo, y algunos trucos para que queden perfectas.

2
Procedimiento y algunos trucos para unas croquetas caseras exquisitas

Lo primero que debes hacer es derretir la mantequilla en una sartén y añadir la harina, removiendo hasta que se forme una pasta homogénea y dorada. Este paso es fundamental en la preparación de las croquetas caseras, ya que ayuda a eliminar el sabor crudo de la harina y le da un toque tostado a la masa. Una vez que la mezcla está lista, empieza a añadir la leche poco a poco, removiendo constantemente para evitar que se formen grumos.

El secreto para unas croquetas caseras perfectas es no apresurarse con la leche. Añádela en pequeñas cantidades y mezcla bien cada vez. Esto garantiza que la masa tenga una textura suave y cremosa. Una vez que has añadido toda la leche, incorpora el ingrediente principal, bien picado, para que cada bocado esté lleno de sabor. Aquí es donde las croquetas se vuelven versátiles, permitiéndote experimentar con diferentes ingredientes.

Cuando la masa esté lista, extiéndela en una bandeja y deja que se enfríe. Enfriar la masa es fundamental para que las croquetas caseras mantengan su forma al freírlas. Una vez fría, corta porciones iguales y dales forma con tus manos. Este es el momento en que las croquetas toman su característico aspecto alargado o redondo, dependiendo de tu preferencia.

Para el rebozado, pásalas por huevo batido y luego por pan rallado, asegurándote de cubrir bien toda la superficie. Este paso es el que le dará a las croquetas caseras ese exterior dorado y crujiente que todos amamos. Fríelas en aceite caliente, procurando que estén bien sumergidas para que se cocinen de manera uniforme y no se abran.