Lisboa apuesta por el descanso de sus ciudadanos y la sostenibilidad. El Gobierno portugués ha anunciado la prohibición de los vuelos nocturnos en el Aeropuerto Humberto Delgado de Lisboa, una medida que entrará en vigor entre la 1:00 y las 5:00 hora local. Esta decisión, resultado del trabajo de un grupo especializado en la problemática del ruido y la contaminación acústica generada por el tráfico aéreo, presupone un avance en la mejora de la calidad de vida de los residentes en las zonas cercanas al aeropuerto.
El impacto de la aviación nocturna en la salud y el medio ambiente
La contaminación acústica derivada de los vuelos nocturnos ha sido objeto de numerosas quejas por parte de los vecinos de las zonas aledañas al Aeropuerto Humberto Delgado. El ruido constante, especialmente durante las horas de descanso, afecta negativamente a la salud, provocando problemas de sueño, estrés, e incluso enfermedades cardiovasculares. Además del impacto en la salud, la aviación nocturna también contribuye a la contaminación atmosférica, emitiendo gases de efecto invernadero y partículas contaminantes que perjudican la calidad del aire.
El ruido de los aviones se mide en decibelios (dB). La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que la exposición prolongada a niveles de ruido superiores a 55 dB durante el día y 45 dB durante la noche puede tener consecuencias negativas para la salud. Los aviones, especialmente durante el despegue y el aterrizaje, pueden superar con creces estos límites, generando un impacto significativo en el bienestar de la población expuesta.
La prohibición de vuelos nocturnos como punto de partida
La prohibición de los vuelos nocturnos en Lisboa es un paso decisivo hacia un modelo de aviación más sostenible. Esta medida no solo mejora la calidad de vida de los ciudadanos al reducir la contaminación acústica y permitir un descanso adecuado, sino que también contribuye a la reducción de emisiones contaminantes. Además, esta decisión se enmarca dentro de una estrategia más amplia que busca repensar el modelo aeroportuario de Lisboa, incluyendo la construcción de un nuevo aeropuerto a las afueras de la ciudad y la creación de espacios verdes que compensen el impacto ambiental de la actividad aeroportuaria.
Esta iniciativa del gobierno portugués se alinea con la creciente preocupación a nivel europeo por la sostenibilidad en el sector de la aviación. Cada vez son más las ciudades que implementan medidas para limitar el impacto ambiental del tráfico aéreo, desde la implantación de tasas ecológicas hasta la promoción de combustibles alternativos. La prohibición de los vuelos nocturnos en Lisboa es un ejemplo de cómo las políticas públicas pueden conjugar el desarrollo económico con la protección del medio ambiente y la salud de los ciudadanos.
La construcción de un nuevo aeropuerto a las afueras de Lisboa es un proyecto a largo plazo que permitirá descongestionar el actual aeropuerto y reducir el impacto del tráfico aéreo sobre la ciudad. Este nuevo aeropuerto se diseñará siguiendo criterios de sostenibilidad, incorporando tecnologías que minimicen las emisiones contaminantes y el ruido. Además, se prevé la creación de un gran pulmón verde en las inmediaciones del aeropuerto, que contribuirá a mejorar la calidad del aire y a compensar la huella ecológica de la actividad aeroportuaria.