Durante el juicio por el asesinato de Samuel Luiz uno de los momentos más esperado ha llegado: la declaración de los psicólogos que han realizado los informes periciales de los cinco acusados. Una intervención en la Audiencia Provincial de A Coruña que permite conocer mejor el perfil de las cinco personas que están acusadas, con distinto grado de participación, de acabar con la vida del joven enfermero el 3 de julio de 2021.
La psiquiatra de parte cuyo informe fue aportado por la defensa de Alejandro Freire. Esta profesional examinó al joven en prisión. De él asegura que presenta un «trastorno adictivo múltiple desde la niñez» además de un «déficit de atención, que arrastraba desde la niñez».
Alejandro Freire, según la profesional presenta unos «datos de personalidad prepsicótica con rasgos esquizoides» que podrían estar vinculados al consumo de drogas y alcohol. Esta inestabilidad emocional, según el relato de la psicóloga, tiene su origen en el que el acusado «no tuvo convivencia armoniosa con su madrastra» y buscó el cariño en «la pandilla buena, la de la escuela, y la de barrio, que le acabó por desestructurar».
Según la profesional, solicitada de parte de la defensa del acusado, el día de los hechos Alejandro Freire tuvo problemas para comprender lo que estaba pasando debido a una «distorsión por el consumo de alcohol y drogas, además de tener ese día afectada la capacidad cognitiva».
LA MADRE DE SAMUEL, UN PRONOSTICO PSICOLÓGICO «MUY MALO»
Por otro lado, los profesionales citados por la acusación han hablado ante la sala de las secuelas psicológicas de los padres tras la terrible muerte de su hijo. Hablan los profesionales de «absoluta desesperanza» después de los hechos y de «abandono» por parte de ella «sin aceptar la situación».
Un psiquiatra ha hablado de «suicidio pasivo» para definir la actitud de la madre del joven que padece «un trastorno depresivo grave con ansiedad y reacción de estrés agudo» en el caso de ella y con rechazo al tratamiento y secuelas».
Un médico forense del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) indicó que estas personas consideran que el duelo lo tienen que vivenciar y lo tienen que sufrir por lo que «rechazan el tratamiento, no porque no quisiera, [sino porque] la propia enfermedad te condiciona para que no lo aceptes».
En el caso de ella destacaron que rechazó desde el primer momento la atención psiquiátrica por un «sentimiento de culpa». «No asistió de manera reglada, no aceptaba tratamiento continuado, era una situación de abandono y casi como un suicidio pasivo, me dejó ir, que pase el tiempo sin tomar ninguna medida, eso señala la gravedad», señaló el psiquiatra. Por ello su pronóstico es «muy malo».
«Tanto ella como su esposo estuvieron varios días sin dormir, un desgobierno y un descontrol. Prácticamente dejaron de tener relaciones sociales, vivían de manera aislada. Su vida dio un vuelco», añadió el profesional.
Otra psiquiatra del padre ratificó que existía, entre otros síntomas, «muchísima sensación de rabia contenida» con exigencia de tratamiento antidepresivo. De la madre especificó que estaba «muy encerrada en sí misma, casi sin verbalizar nada».
LA AGONÍA DE SAMUEL
Un día antes también depositó ante el jurado y el tribunal un médico forense del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) que intervino en la autopsia al cuerpo de Samuel y confirmó que el joven falleció «por golpes múltiples en el contexto de una agresión» y que los mismos fueron sumando hasta provocar la muerte. «Hablamos de lesiones acumulativas», resumió.
Según el escalofriante retrato a Samuel «en tres ocasiones se paró su corazón durante el traslado en ambulancia al hospital». Durante noventa minutos se le intentó realizar la reanimación.
Por las erosiones que presentaba el cuerpo en distintas partes indicó que corroboran la existencia en el mismo de «múltiples golpes». «Ninguna en los nudillos» por lo que «no parece que se haya defendido».
Por otra parte, señaló que el cuerpo de la víctima presentaba dos marcas en el cuello compatible con la técnica del ‘mataleón’ que, según las acusaciones y declararon algunos testigos en jornadas previas, le hizo Alejandro Freire a Samuel Luiz, al que habría agarrado por el cuello por detrás, de acuerdo con los testimonios aportados.