Los esfuerzos de Miguel Polo, presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), para echar toda la responsabilidad en el presidente de la Generalitat de Valencia, Carlos Mazón, son cada vez mayores, pero los datos del caudal, a los que ha tenido acceso MONCLOA.COM, desmontan el relato. Polo, con un sueldo cercano a los 50.000 euros, gestiona un total de 54 millones de euros, de los que el 25% se gasta en personal, hasta un total de algo más de 14 millones de euros. Ocho de esos 14 millones van directamente a sueldos de funcionarios.
Estos datos aparecen en la ampliación de la denuncia contra el vigilante del sistema del Júcar, cuya responsabilidad es facilitar los datos e incluso dar la voz de alarma a la población cuando el caudal se dispara, pero no se hizo en ese fatídico 29 de octubre. De hecho, sus propios correos apuntan que el caudal del barranco del Poyo iba decreciendo, a pesar de las lecturas que apuntan en la dirección contraria. Por el momento, 217 muertos y 89 desaparecidos con denuncia, papeles y pruebas de ADN entregados, un filtro que dista y mucho de los 1.900 que llegaron a denunciar en el 112.
El sindicato Manos Limpias señala que la Confederación dispone de la herramienta, denominada SAIH (Sistema Automático de Información Hidrológica), «no funcionó correctamente»; y que la propia CHJ «pudo haber detectado y alarmado de la avenida que venía». Asimismo, la Confederación notificó a la Generalitat con un email, a las 15:50 que el caudal de la Rambla del Poyo «era bajo y no actualizó el dato, por esta misma vía, hasta cuando la situación era ya crítica a las 18:43», tal y como muestran los datos y las propias horas de las lecturas.
LAS LECTURAS DEL CAUDAL Y LOS CORREOS, CLAVES PARA CERCAR A LA CHJ
Estas cifras han desaparecido de la web de la herramienta automática de lectura del caudal de los barrancos de las cuencas de Júcar y del Turia, como la Rambla Castellana y la Rambla del Poyo, pero se ofrecieron durante la semana pasada sin problema alguno. De hecho, se ofreció la imagen sacada de la propia web del SAIH (Sistema Automático de Información Hidrológica). Este sistema ofrece los datos de forma horaria, por m3/s, pero también cada cinco minutos u 8 horas.
El pasado martes, 29 de octubre, día de la peor catástrofe con la peor gestión de Emergencias posible, la web del SAIH ofrecía los datos sin problema alguno, pero una semana después, siguen sin aparecer las cifras en su totalidad, aunque este medio ha podido obtenerlas. La misteriosa desaparición, a la que la CHJ no ha respondido a las preguntas de MONCLOA.COM, se debe a supuestos «problemas técnicos» en el barranco del Poyo, cuyo caudal anuló la estación de medición. ¿Cómo es posible que no se registren los datos oficiales cuando se sabe los niveles de cada hora y de los tramos horarios repartidos de cinco en cinco minutos? Es una pregunta cuya respuesta debe ser concreta. El motivo es que este medio dispone de dichos datos, pero la página oficial no los ofrece a partir de las 19.00 horas.
No obstante, los datos reflejan cómo a partir de las 17.00 horas de aquel fatídico 29 de octubre el aforo -término técnico utilizado para referirse al caudal- de la Rambla del Poyo se multiplicó por siete, mientras que a las 18.00 horas llevaba 39 veces más agua, hasta los 1.725 m3/s, un caudal de muerte y destrucción, como si de un tsunami venido de la montaña se tratara. Los datos, además, muestran un caudal cercano a los 2.000 m3/s durante las 21.00 horas, un nivel que cuadruplica al del Ebro.
Estos datos desmontan por completo el relato de los correos electrónicos que ha difundido la CHJ para tratar de excusarse ante la nefasta gestión del sistema de prevención y emergencias para poder dar la voz de alarma a la población. Como la propia CHJ, presidida por Miguel Polo, apunta, no hubo comunicación alguna entre las 16.13 horas y las 18.43 horas. Estas dos horas y media son cruciales para entender las alertas a la población.
A esas horas estaba reunido el CECOPI (Centro de Coordinación Operativo Integrado), con el propio Polo presente. En ese momento, cuando el barranco del Poyo ya mostraba una crecida más que preocupante, superior a los 150 m3/s, el máximo dirigente de la CHJ no realizó comentario alguno ni alerta a los presentes. No se avisó a los responsables de decidir si debía alertarse a la población.
A las 17.00 horas, Chiva, Cheste y Pedralba registraban inundaciones en algunas de sus calles, pero la peor riada iría hacia el cauce nuevo del Turia y el Sur de Valencia, devastando toda la parte de la Ribera Norte. La CHJ dispuso de esos niveles en tiempo real, pero no fue hasta las 18.43 horas cuando dio su último aviso. A esa hora, el caudal de la Rambla del Poyo había superado los 1.700 m3/s, cuatro veces más que el agua desembocada por el Ebro en el Mediterráneo. La CHJ se excusa en que enviaron cinco correos electrónicos, pero todos ellos remitidos a la Subdelegación del Gobierno, ni uno solo a la Generalitat.
En Twitter, la delegada del Gobierno en Valencia, Pilar Bernabé, quien pidió «mucha prudencia» ante las alertas de la AEMET a las 10.00 horas del 29 de octubre. Asimismo, a las 15.21 horas apuntó que la Consejería de Justicia de Valencia pidió la activación de la UME para apoyar a los medios de Generalitat ante «la situación provocada por la DANA en Utiel», a 84 kilómetros de la zona cero y al oeste de los montes de Valencia.
«Desde el Gobierno de España atendemos la petición y colaboramos con ellos ante la emergencia provocada por la DANA en Utiel», aseguró. De esta forma, se desmiente por completo el relato del Gobierno de Pedro Sánchez y especialmente de Ángel Víctor Torres, expresidente de Canarias durante la crisis del volcán de La Palma y ministro de Política Territorial. Él negó que la Generalitat hubiera pedido la ayuda de la UME, cuando la propia delegada del Gobierno decía exactamente lo contrario. De ahí, quizá, la necesidad del gobierno de tener una «comunicación coordinada», para evitar más contradicciones en la peor gestión de una crisis en España.
Al contrario que en Valencia, el Gobierno sí ha ofrecido datos exactos de fallecidos en Mira (Cuenca) y Letur (Albacete). La riada de Mira está estrechamente ligada a la CHJ, al ser la encargada del caudal en los Ojos de Moya. La estación correspondiente no ofrece ahora ningún dato de caudal.
SIN LECTURAS EN CALLES, BUGARRA, REQUENA Y PRESA DE MANISES
Asimismo, también se ha averiado la transmisión de datos de la estación que vigila la zona de Requena. No existen datos en la CHJ, como tampoco en la estación de Calles, ni Bugarra, como tampoco en la presa de Manises. La CHJ achaca esta falta de lecturas a que el medidor se ha estropeado por la fuerza del agua, pero como publica este medio, esos datos se dispusieron en la web, así como los del resto.
La Rambla del Poyo es el principal foco de atención en cualquier instrucción judicial debido a los numerosos municipios que atraviesa, mientras que en la parte norte de Chiva, como Cheste, también es crucial debido a los municipios afectados por el desbordamiento del Turia en algunas de sus ramblas y barrancos. Además, cabe destacar que en la zona de Utiel y Mira, demarcaciones vigiladas por la CHJ y golpeados por las riadas tras las intensas lluvias llegadas por la DANA, también tenían lecturas automáticas en los barrancos, pero todas ellas han desaparecido.
La CHJ no ofrece ahora datos de las lecturas registradas en Requena (Valencia), donde el PSOE se ha hecho con la alcaldía este mismo martes en una moción de censura que nadie entiende en el pueblo, más cuando la mayoría de los habitantes está centrado en las tareas de ayuda para ellos mismos y el resto de municipios afectados por la peor DANA del siglo.
Con todo, estos datos desmontan por completo el relato formado por la CHJ, dependiente del Ministerio de Transformación Ecológica, dirigido por Teresa Ribera, y dejan en evidencia la falta de avisos directos a la población. El Centro de Emergencias emitió su alerta a las 20.11 horas, tal y como pudo constatar este medio a través de una captura de pantalla.
Todos llegaron tarde, pero el Gobierno del PSOE se empeña en un relato para tratar de sacar rédito político de la tragedia, una maniobra que ha tenido ya una violenta respuesta en forma de lluvia de barro contra Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, Carlos Mazón, presidente de la Generalitat, y los Reyes. No obstante, lejos de huir, Mazón y Sus Majestades se quedaron para hablar con la ciudadanía, devastada ante la falta de ayuda inmediata. En total, 78 municipios afectados solo en Valencia, mientras la tragedia también se vive en Almería, Huelva, Mira (Cuenca) y Letur (Albacete).
