Los autores de los crímenes más mediáticos de los últimos años comparten espacio en la prisión de máxima seguridad más importante de España, Herrera de la Mancha. Entre sus muros se encuentran nombres que han marcado la crónica negra, y estremecido a todo el país: Miguel Carcaño, José Bretón o Tony Alexander King. También cumplió allí su condena Miguel Ricart, asesino de las niñas de Alccàsser.
Por ello la fachada de esta cárcel es tan reconocida. Pocas han salido tantas veces fotografiadas u ocupado tantos minutos de televisión. Situada en Ciudad Real, en el término municipal de Manzanares. Cuenta con una superficie de 20.000 metros cuadrados y 260 celdas (más 37 adicionales).
Este centro penitenciario fue el gran proyecto carcelario de los años de la UCD. Con un país repleto de cárceles, pero ninguna de máxima seguridad, y con grupos terroristas como ETA y el GRAPO, además de organizaciones de ultraderecha, tensando la situación política en plena Transición a la democracia.
Se inauguró en 1979 bajo la segunda presidencia de Adolfo Suárez y siendo ministro del Interior el general Ibáñez Freire, aunque el proyecto era de su antecesor en el cargo Rodolfo Martín-Villa. Es la prisión que más etarras albergó en la historia penitenciaria española. Gran parte de la cúpula de la banda terrorista llegó a estar encerrada en Herrera de la Mancha.
En los años ochenta el gobierno de Felipe González decidió que los presos de ETA se concentraran en esta prisión, con la excepción de Alcá Meca, donde estaban los miembros de la banda en previsión de ser juzgados por la Audiencia Nacional o los que tenían un tratamiento médico especial.
UNA PRISIÓN PARA ETARRA
El objetivo era construir una fortaleza inexpugnable en un momento en que el goteo de atentados era tal que muchos demócratas convencidos comenzaron a pensar que medidas alternativas como el terrorismo de Estado no era una mala solución.
El modelo de construcción de una cárcel donde concentrar el problema, el terrorismo, tenía una inspiración clara: la prisión de Stammheim en Alemania. Italia, Francia, Reino Unido y, al final, también España optaron por sistemas similares.
La fama de prisión de la que no se podía escapar contó con sus propios, y rocambolescos, intentos de fuga. Tal vez el más popular es el de Iñaki de Juana Chaos. Miembros de la banda terrorista pensaron que era una buena idea utilizar un helicóptero con logotipo de la Cruz Roja para desde el patio de la prisión recoger al líder etarra. Un proyecto que no fructificó.
Sí lo hizo la decisión que los líderes de la banda encarcelados en Herrera tomaron de ejecutar a Yoyes. La militante tomó la decisión de acogerse a la reinserción y fue castigada por la banda con su propia vida.
No era extraño que Herrera de la Mancha se convirtiera casi en la sede de los dirigentes de ETA. Los líderes de las dos facciones (la ETA militar, por un lado y, por otro, los famosos poli-milis) acabaron reproduciendo entre los muros de la fortaleza.
DE LA ETA A LOS ASESINOS MEDIÁTICOS
El planeamiento del asesinato de Yoyes intramuros de la prisión fue el punto de inflexión. El gobierno socialista tomó la decisión de cambiar su política penitenciaria con respecto a ETA. Se pasó a la dispersión de los presos desde los primeros años noventa. Una política que evitaba la concentración carcelaria y la reorganización.
Herrera de la Mancha no pasó al olvido mediático. Durante años la crónica criminal española estuvo copada por el terrorismo, pero otro tipo de asesinos comenzaron a interesar a los medios. Sobre todo, a las incipientes televisiones privadas.
Herrera de la Mancha, aunque siempre ha tenido terroristas dentro, pasó a albergar entre sus muros a terroristas islámicos, psicópatas y asesinos en serie. Entre ellos algunos de los más populares en nuestro país. Durante años lo fue Miguel Ricart, único condenado por el asesinato de las tres niñas de Alcàsser. El brutal crimen de Toñi, Desirèe y Encarni conmocionó a España y cambió la forma de tratar los sucesos en los medios de comunicación.
TONY KING, BRETÓN Y AHORA EL ASESINO DE MARTA CALVO
Ricart salió de prisión en 2013, gracias a la doctrina Parot, pero en la prisión siguen nombres que han escrito con sangre la crónica negra nacional. Tal vez el más popular, lo prueba que es que más cartas recibe, es Miguel Carcaño, condenado por el asesinato de Marta del Castillo. Sus cambios de versión y su negativa a confesar a los padres de la joven sevillana dónde estaban sus restos han hecho de él uno de los rostros delincuenciales más reconocibles.
En prisión comparte patio con otros VIPS del crimen como Tony Alexander King, asesino de Rocío Wanninkhof y Sonia Carabantes, y José Bretón que acabó con la vida de sus propios hijos, los pequeños Ruth y José en Córdoba en 2011. Este último es especialmente vigilado después de varios intentos autolíticos.
Sergio Morate cumplía condena en Estremera, otra cárcel con muchos nombres célebres, pero su amistad con otro asesino, Patrick Nogueira condenado a prisión permanente revisable por el brutal crimen de sus tíos y primos en Pioz (Guadalajara), no gustaba a las autoridades penitenciarias.
En cuento a amistades un tanto llamativas. En su día se habló de la cercanía entre Ricart y Carcaño, pero nunca se confirmó como tal.
Recientemente, Herrera podría albergar a un nuevo preso ‘famosos’. Se trata de Jorge Ignacio Palma Jacome, asesino en serio conocido por el asesinato de Marta Calvo. Actualmente, cumple prisión permanente revisable en Abocàsser (Castellón).