Los militares de las brigadas dispuestas y preparados desde el pasado martes para ayudar en todas las tareas posibles para ayudar a los miles de damnificados no entienden la tardanza del Gobierno de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, para elevar el nivel 3 de alerta, competencia única y exclusiva del Ministerio de Interior, dirigido por Fernando Grande-Marlaska, pero el Ejecutivo de Pedro Sánchez se niega a elevarla, así como declarar la zona catastrófica.
En este sentido, el Gobierno de Pedro Sánchez ha preferido optar por «zona gravemente afectada por una emergencia de protección civil», pero no será hasta el martes próximo cuando se anuncie la medida en el Consejo de Ministros, una semana después de la tragedia que ha arrancado la vida de 211 personas y cuyo número previsiblemente ascenderá de forma dramática una vez se entre a desescombrar, especialmente la zona del barrio de La Torre, Andaya, Paiporta, Benetúser, Sedaví, Alfafar y Catarroja, sin olvidar aún la zona de Torrent y Chiva.
«Los militares están preparados desde el inicio de la riada», apunta un militar visiblemente afectado. «Tenemos compañeros cuyas familias lo han perdido todo, estamos al tanto por ellos, no por los medios, y la situación es más crítica de lo que se cuenta», explica. «Somos más de 120.000 militares dispuestos a ayudar en toda tarea necesaria, muchos de nosotros hemos servido fuera de España y nos invade una sensación de impotencia al estar de brazos cruzados y sin poder acudir al auxilio de nuestros compatriotas», lamenta.
SOLO FALTÓ LA ORDEN, PERO SE HAN TARDADO 96 HORAS EN DARLA
«Tenemos todos los medios disponibles, vehículos anfibios, bombas de agua para achicar, material para construcción de puentes, hospitales de campaña y una logística ya preparada desde el inicio. Nos faltó únicamente la orden para desplegarnos, pero no se ha dado», han denunciado. «La UME es una unidad de las miles que tenemos en el Ejército, somos más y no podemos servir a los nuestros», continúan. La gran cuestión es el por qué se han tardado cuatro días en movilizarles. «Por qué solo 5.000 para cubrir a medio millón de personas, somos más de 120.000», han reflexionado los militares preguntados.
«Es una tragedia y la situación puede agravarse aún por los graves riesgos que corren los cimientos de viviendas, puentes e infraestructuras que llevan soportando un mayor peso del que están diseñados», advierten. De hecho, los casos por intoxicación de bombas de agua, así como los riesgos del tendido eléctrico, cuyo revestimiento se está quemando y provocando la emisión de gases muy tóxicos. Hasta 20 voluntarios han tenido que ser evacuados ante la intoxicación provocada en las labores de limpieza.
Este por qué se ha tardado tanto en activar a más del doble de militares es la gran incógnita que también denuncian sindicatos policiales como Jupol. «Toda ayuda es poca, pero bienvenida en estos momentos, pero por qué han tenido que pasar casi 96 horas para actuar», se preguntan.
LA POLÍTICA SE ENFANGA EN VALENCIA: LA UNIDAD ESTÁ EN PAIPORTA Y EN TODOS LOS PUEBLOS AFECTADOS
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha señalado directamente al Ejecutivo autonómico de Carlos Mazón como el máximo responsable de la gestión esta tragedia al asegurar que solo darán la ayuda si se la piden, una visión muy diferente a la de miles de voluntarios que se han organizado sin que nadie les llame para acudir al auxilio de los damnificados. Entre estos voluntarios hay agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, así como de los Mossos d’Esquadra y policías locales de otros municipios que no han sido llamados por Interior ni por Defensa.
«Si necesita más recursos, que los pida», ha asegurado Pedro Sánchez en una comparecencia sin preguntas para anunciar el envío y despliegue de militares, pero en ningún caso elevando el nivel de la emergencia. Cabe recordar que el propio Gobierno de PSOE y Sumar llegó a debatir la posibilidad de elevar la alarma a N3, es decir, se haría cargo de toda la gestión, pero ha preferido lavarse las manos y dejar que sea un Gobierno autonómico el que se haga cargo, a pesar de que Valencia no es la única zona afectada por la DANA.
El Gobierno ha esperado a la petición de Mazón para poder desplegar un total de 4.000 militares este sábado, junto con otros 1.000 que llegarían este domingo. Todos ellos colaborarán con los más de 5.000 agentes de la Policía Nacional, Guardia Civil y de la UME ya desplegados en Valencia. Asimismo, también se sumarán otros 5.000 agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, llegando así a los más de 10.000 efectivos. Todo ello, 96 horas después del inicio de la tragedia.
«El Gobierno de España no puede mirar para otro lado y no asumir su parte de responsabilidad tanto en las acciones preventivas y de alerta a la población, como en las primeras horas de la emergencia y en las acciones de recuperación que se van a realizar», ha cargado el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, al constatar la operación contra Mazón por parte de la izquierda para sacar rédito político con la peor DANA del siglo.
SIN AVISOS DE LOS DESBORDAMIENTOS A LA POBLACIÓN
Todo ello, además, sin que nada ni nadie avisara a la población del verdadero peligro de la DANA: los desbordamientos de ríos. La única alerta en este sentido llegó a las 20.11 horas del 29 de octubre a los teléfonos de los valencianos, pero ya era demasiado tarde. A las 19.36 horas, las calles de Paiporta ya estaban inundadas, mientras que en los pueblos del oeste de Valencia, como Utiel y Pedralba, la calzaba estaba anegada desde antes del mediodía, pero no hubo alerta de posibles desbordamientos 86 kilómetros más abajo.
El colapso y la dejadez de funciones del Estado es de tal magnitud que solo una marea humana de voluntarios, llegados a pie y recorriendo los 7 kilómetros que les separa de la ciudad de Valencia, llevan días sobre el terreno ayudando a todas las tareas posibles. De hecho, ha habido una rebelión cuando la Generalitat pretendía desviarles a un centro comercial antes que a viviendas y calles. Allí se han plantado y hasta que no les han escuchado no han empezado a movilizarles por los pueblos afectados.
La dejadez es de tal nivel que incluso Interior y Defensa han amenazado con arrestar a los militares que se desplacen voluntariamente a las zonas anegadas. No obstante, han llegado antes voluntarios de Madrid, Galicia, Cataluña, Aragón y de otras ciudades españolas que las propias Fuerzas de Seguridad del Estado, incluso Pedro Sánchez ha pisado Valencia antes que los soldados, incendiando aún más los ánimos de los vecinos, que han tenido el apoyo incondicional de los agricultores, cuyos tractores han sido la primera línea de desescombro. Todo un ejemplo, con la indignación entre los militares, impotentes por no poder actuar.
Tras esta marea de solidaridad, tanto la Generalitat como el Gobierno imponen cortes a quienes se acerquen a ayudar, todo tras no mover cielo y tierra para ayudar a personas que llevan cinco días realizando sus necesidades en bolsas de compra, sin luz ni agua, pero con la esperanza de superar los días más duros de sus vidas.