A tan solo 30 kilómetros de Madrid, se encuentra Loeches, un rincón lleno de historia y encanto donde la Casa de Alba despliega su legado más fascinante. Este municipio, al sudeste de la capital, es un verdadero viaje en el tiempo que revela la profunda conexión entre su historia y la figura del Conde-Duque de Olivares, promotor del imponente ‘Convento Grande’.
1El monasterio de Loeches como tesoro histórico
La Casa de Alba tiene una historia rica y compleja, marcada por la influencia de figuras notables como Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel. Sin embargo, Loeches resalta como un lugar donde la Casa de Alba brilla con luz propia gracias a su Monasterio de la Inmaculada Concepción, una joya arquitectónica del siglo XVII. Este convento, conocido como ‘el convento grande’, alberga una de las colecciones pictóricas más valiosas de la época, reflejando el esplendor del Siglo de Oro español.
En el corazón de Loeches, el Monasterio no solo es un sitio de admiración artística, sino que también es el guardián de un secreto extraordinario: el Panteón familiar de la Casa de Alba. Desde el siglo XX, este espacio ha sido el reposo eterno de sus ilustres antepasados, conectando el pasado con el presente de una manera única y profunda. Este lugar, a menudo desconocido por muchos, es un testimonio del linaje y la grandeza que han caracterizado a la Casa de Alba a lo largo de los siglos.