Las azafatas mantienen los más oscuros secretos y conocen como nadie los detalles de todos los vuelos. Por ello, las historias que pueden contar las azafatas y de las que pueden ser testigos son las más divertidas y las más atractivas de conocer.
En su apasionante trabajo, el personal de a bordo mantiene códigos secretos y conocen a la perfección los mejores trucos de viaje, modos de ahorro a la hora de comprar un vuelo y hasta la vestimenta que cada persona debe llevar para evitar cualquier incordio dentro de un viaje. Pero dentro de todos los secretos de las azafatas el de poder identificar el rostro y nombre de cada pasajero es el más curioso y el más difícil de adivinar.
4El castigo de las azafatas: el consejo para los que no quieren cambiar de asiento
El cambio de asiento en situaciones especiales puede ser un motivo de conflicto que empaña la tranquilidad de un vuelo por lo que las azafatas también tienen sus tips para poder enfrentar a aquellos que no quieren ceder su espacio a padres que quieren viajar con sus niños. Por ello, las auxiliares mantienen una estrategia que puede ser polémica pero no menos efectiva para «castigar» a los más apáticos.
De acuerdo a las auxiliares, aquellos que no pagaron un precio preferencial por un asiento no pueden negarse a cambiar de lugar por lo que, si no quieren hacerlo, deben atenerse a las consecuencias. De esta manera, el personal a bordo pueden pedirle a la persona que eligió no intercambiar que se hagan cargo del niño y les den su comida, sus juguetes y lo atiendan en todo momento. Con este pedido, el pasajero no tiene otra opción que ceder e ir al otro espacio.