Los buñuelos de viento son un clásico en la gastronomía española, especialmente durante la celebración del Día de Todos los Santos. Este delicioso postre, famoso por su ligereza y esponjosidad, se convierte en la elección perfecta para compartir con amigos y familiares en estas fechas tan significativas. Con su exterior dorado y crujiente, y su interior suave y aireado, los buñuelos de viento no solo son un deleite para el paladar, sino también una tradición que une generaciones.
2Paso a paso para hacer este postre que deleitará a todos el Día de Todos los Santos
La preparación de los buñuelos de viento es un proceso que, aunque simple, requiere algo de atención para lograr el éxito. Primero, se lleva a ebullición el agua con la mantequilla y una pizca de sal. Una vez que la mezcla hierve, se agrega la harina de golpe, removiendo enérgicamente hasta que se forme una masa homogénea que se despegue de las paredes de la cacerola. Este paso es esencial, ya que garantiza que los buñuelos tengan la consistencia adecuada. Después, se retira del fuego y se dejan enfriar un poco antes de incorporar los huevos uno a uno, asegurándose de que la masa esté bien integrada.
Con la masa lista, se procede a dar forma a los buñuelos de viento. Para ello, se pueden utilizar dos cucharas o una manga pastelera, formando pequeñas porciones que se sumergirán en el aceite caliente. Es importante freírlos en tandas, sin overcrowding, para que mantengan su forma y no se peguen entre sí. El secreto está en freírlos a fuego medio, lo que permitirá que se cocinen uniformemente, alcanzando un bonito dorado en el exterior.