En los últimos meses una serie de escándalos han puesto en el punto de mira a José Comerón, director de la prisión de Alcalá-Meco. El último relacionado con la prisión Madrid II no ha dejado indiferente a nadie. El suicidio de S., un joven enfermero que denunció a Comerón por homofobia ante la Secretaría de Estado de Instituciones Penitenciarios que dirige Ángel Luis Ortiz González.
El enfermero de 36 años se quitó la vida después de trasladar sus quejas. La víctima trabajó en la enfermería de Alcalá Meco durante unos dos años y medio y fue en junio de 2024 cuando fue traslado a la prisión de Navalcarnero según su denuncia huyendo del acoso sufrido en Centro Penitenciario de Meco. En la carta de despida antes de quitarse la vida dejó testimonio de su vivencias en la cárcel.
En el periódico Fuentes Informadas, la madre del joven ofrece un duro retrato de lo acontecido con su hijo. “Cerraron el caso y mi hijo no lo superó. Hecho la culpa al director, a las enfermeras y a la Inspección”, asegura la madre del enfermero.
En su relato la madre del joven habla del vació al que le sometieron por motivos laborales sus dos compañeras enfermeras y denuncia que la raíz del asunto es la homofobia. “Una cosa es que estén llamando maricón y tengas pluma y otra el acoso laboral y que te hagan la vida imposible”, señala la madre de S. “He perdido a mi hijo por injusticias de esas. No hacen caso al acoso y hay muchos casos en España”, recalca en el citado medio.
El escándalo por la muerte de S. no ha pasado factura a Comerón pero desde Comisiones Obreras se ha solicitado una investigación. “Lamentablemente el suicidio es un riesgo laboral que debe de ser abordado con la ley y estrategias preventivas, generando mecanismos de protección para el personal afectado y evitando los factores que desencadenen el riesgo, que como ha corroborado el Tribunal Supremo, pueden ser desencadenantes de un accidente laboral de graves consecuencias”, aseguran en un comunicado desde Comisiones. Desde ACAIP sin embargo aseguran que no quieren hacer declaraciones sobre un hecho que califican de grave pero que prefieren no pronunciarse hasta que se sepan todos los datos. Los últimos meses el número de escándalos que han tenido como escenario Alcalá-Meco ponen en serio aprieto a José Comerón.
UN INCENDIO PROVOCADO
El pasado mes de julio un incendio acaparó horas en todos los informativos. Fue un recluso con fama de conflictivo y de 19 años de edad quien provocó el incidente prendiendo fuego a un colchón que había colocado contra la puerta de su celda. Las llamas llegaron al medio metro de altura.
Fueron evacuados al patio los 34 internos de la galería. Se desplazaron hasta el lugar dotaciones del Samur y Protección Civil y se trasladaron a distintos centros hospitalarios a tres reclusos: el autor del incendio, su compañero de celda y uno de los que ocupaba la celda contigua.
Acaip denunció que Meco “adolece de los medios materiales y personales necesarios para albergar a presos jóvenes (entre 18 y 20 años) que son los que, de largo, protagonizan los incidentes regimentales más graves y el mayor número de ellos”.
ESCÁNDALO PRESUNTO TRÁFICO EN PRISIÓN
Con todo, lo del incendio se quedó en nada comparado con el escándalo de tráfico de drogas presuntamente controlado desde el interior de esta prisión madrileña. Un asunto que afectó a varios internos y a una funcionaria, aunque fueron absueltos de la acusación de intentar introducir un kilo de hachís intramuros de la prisión.
El juez decidió anular los pinchazos telefónicos que destaparon la operación. A nivel judicial no hay delito ni causa, pero a nivel policial sí que se realizó una operación en la que los implicados fueron detenidos dentro y fuera de prisión y se decomisó la droga. La Fiscalía llegó a solicitar condenas que iban de los 4 a los 10 años. Cuando se anularon los pinchazos telefónicos que dieron lugar a la operación quedó todo anulado.
Fue en abril de 2021 cuando el director de Madrid II tuvo información de que en el módulo 1 un preso controlaba la venta de droga dentro de la cárcel y que iba a recibir un 1 kilo de hachís dentro de prisión en las semanas siguientes y que iba a participar en la operación una trabajadora del Centro.
El informe del director sirvió par que la Policía Nacional de Alcalá de Henares que empezó una investigación, pero la Audiencia Provincial de Madrid echó por tierra la investigación asegurando que antes de realizar los pinchazos telefónicos tenían que haber comprobado la veracidad del asunto y que la información obtenida no era fruto de un venganza.
LA FUGA DEL ‘PASTILLA’
En diciembre de 2023 Alcalá-Meco volvió a aparecer en los medios por un asunto que siempre inquieta en relación a una prisión: una fuga. Yousef Mohamed Lehrech, más conocido como ‘El Pastilla‘, se escapó del centro penitenciario caminando tranquilamente por la puerta principal de la cárcel sin que nadie le diera alto.
Lehrech estaba en prisión provisional por dos asesinatos y se encontraba en el módulo de los presos más peligrosos y que más control requieren. Sin embargo, aprovechó una visita de unos familiares camuflándose entre los externos de la cárcel y sorteó a los funcionarios para poder salir.
A finales de enero de 2024 fue detenido en la estación de tren de la ciudad alemana de Leizpzig. Dos meses y medio después, en abril, fue entregado a las autoridades españolas.
