El Bosque de Oma, una de las joyas naturales y artísticas del País Vasco, es un lugar único que combina arte y naturaleza en un solo espacio. Ubicado junto a Gernika, en la comarca de Busturialdea, este bosque mágico es obra del artista Agustín Ibarrola, quien decidió convertir un bosque de pinos en una obra de arte. Con pinceladas de color y creatividad, el Bosque de Oma se ha ganado su reputación como un destino fascinante para quienes buscan una experiencia de arte al aire libre.
2En el Bosque de Oma se fusiona la paz de la naturaleza con la belleza del arte
Visitar el Bosque de Oma es una experiencia única en cualquier época del año, aunque es especialmente mágico en otoño, cuando las hojas cambian de color y el juego de luces y sombras se intensifica. A lo largo de un sendero de fácil acceso, los visitantes pueden recorrer las distintas secciones de la obra, disfrutando de los diferentes ángulos y perspectivas que ofrece el bosque. Este recorrido guiado por la naturaleza y el arte se convierte en un viaje inolvidable para personas de todas las edades.
Para aquellos que buscan una conexión especial con la naturaleza y el arte, el Bosque de Oma es el destino ideal. No solo ofrece la posibilidad de caminar entre los árboles, sino también de participar en una experiencia que estimula los sentidos y despierta la creatividad. Cada paso en el Bosque de Oma revela un detalle nuevo, una figura escondida, o una combinación de colores que sorprende y deleita a quienes lo visitan.
