La alimentación es un pilar fundamental de nuestra salud y bienestar, pero a menudo la complejidad de las combinaciones de alimentos puede llevar a problemas digestivos que nos afectan físicamente y emocionalmente. Muchas personas buscan mejorar su dieta pero se sienten confundidas ante la gran cantidad de información disponible. En este post, conocerás tres pasos simples para optimizar tu dieta, evitando combinaciones que pueden causar fermentación y malestar digestivo. Al entender cómo funciona nuestra digestión, podremos disfrutar de una comida más placentera y benéfica para nuestra salud en general.
1EVITA MEZCLAR PROTEÍNAS CON CARBOHIDRATOS
El primer paso esencial para mejorar tu alimentación y promover una buena digestión es evitar la combinación de proteínas y carbohidratos en una misma comida. Esta práctica alimentaria se basa en la premise de que la mezcla de estos dos grupos de nutrientes puede provocar fermentación en el estómago, generando gases y malestar. Las proteínas, como la carne, el pollo o el pescado, requieren un ambiente ácido en el estómago para ser digeridas eficientemente. Por su parte, los carbohidratos necesitan un entorno más alcalino, lo que crea un conflicto en el proceso digestivo.
Cuando mezclas estos dos tipos de alimentos, el cuerpo puede tener dificultades para producir los jugos gástricos necesarios para la digestión adecuada, lo que puede resultar en una fermentación indeseada. En lugar de combinar proteínas con carbohidratos en tu alimentación, es recomendable disfrutar de las proteínas con verduras verdes, ya sea crudas o cocidas. De esta manera, garantizamos que ambos tipos de alimentos se digieran de forma adecuada, minimizando posibles malestares y maximizando la absorción de nutrientes.
