La compota de membrillo es un postre que evoca la calidez de los días en casa y la dulzura de las tradiciones familiares. Este manjar, que puede disfrutarse solo o como acompañamiento de otros platos, se elabora a partir de membrillos, una fruta con un sabor único y un aroma cautivador. La compota de membrillo no solo es deliciosa, sino que también es muy versátil, ya que se puede servir en desayunos, meriendas o como postre en cualquier ocasión especial. Además, su preparación es muy fácil, lo que la convierte en el dulce perfecto para endulzar tus días.
2Paso a paso para hacer una exquisita compota de membrillo
El primer paso en la elaboración de la compota de membrillo es pelar y cortar los membrillos en trozos. Es importante quitarles el corazón y las semillas, ya que no son comestibles. Una vez que tengas los trozos listos, colócalos en una olla grande. Agrega el agua suficiente para cubrir la fruta y, a continuación, incorpora el azúcar, el jugo de limón y la canela en rama. Lleva la mezcla a fuego medio y remueve ocasionalmente para asegurar que los ingredientes se integren bien.
Cuando el agua empiece a hervir, reduce el fuego y deja que los membrillos se cocinen a fuego lento durante aproximadamente 30 a 40 minutos. Es esencial revisar la consistencia de la fruta; debe volverse tierna y deshacerse fácilmente. Si prefieres una textura más suave, puedes aplastar los membrillos con un tenedor o pasarlos por un pasapurés una vez cocidos. Esto logrará que tu compota de membrillo tenga una textura homogénea y cremosa. Una vez que hayas alcanzado la consistencia deseada, retira la olla del fuego y deja enfriar la compota.