El desfile militar del pasado 12 de octubre, Día de la Fiesta Nacional de España, no solo fue bastante accidentado por las inclemencias del tiempo, también las redes sociales se incendiaron durante el mismo y sacaron a relucir algo bastante bochornoso como son los bajos sueldos que cobran nuestros militares. Tan bajos que algunas asociaciones y agrupaciones del gremio los han denominado los «Los sueldos del hambre».
La chispa de esta larga y enquistada problemática saltó por las épicas imágenes de la tropa desfilando bajo el aguacero que cayó ese día. Unas imágenes que la realización de TVE destacó y las cuentas en redes sociales dependientes del Ministerio de Defensa quiso vender. Fotos épicas y mensajes grandilocuentes fueron contestados y criticados por multitud de usuarios de esas redes, muchos de ellos militares, según esgrimían en sus perfiles, reclamando una mejora salarial.
Esas críticas y reivindicaciones no iban orientadas hacia otro lado que no fuera la escasez de los sueldos del ejercito, en especial los referentes a la tropa rasa, que por ejemplo en su escala básica de soldado y marinero tienen un sueldo mensual de inicio de 1.340 euros. «Algo irrisorio», según destacaban varios de estos usuarios en sus reivindicaciones.
EL TWEET QUE ENCENDIÓ A LA GENTE
El tweet que en la red social X encendió la polémica fue el propio que el Ministerio de Defensa público poco después de la finalización del desfile. En ese tweet, se daba gracias a los soldados por aguantar el aguacero y continuar el desfile con un par de fotos bastante buenas que reflejaban la incómoda situación.
La réplicas de los usuarios no pararon de sucederse. Acusaciones como «¿Gracias?… a los 45 a la calle y con sueldos aun bajos… hagan una promoción interna en condiciones de una santa vez», en referencia a la edad de jubilación forzada para la tropa de escala baja y sus sueldos. En esa línea, otro usuario reflejaba su malestar comentando que «»subir el sueldo e invertir en mejoras de armamento y equipación para ellos en vez de dar las gracias». Otros más directos reclamaban de forma más dura: «ni gracias ni hostias, sueldos dignos».
Todos ellos, son una muestra por donde se encaminaban las protestas y y reclamaciones de los usuarios que aprovechaban el altavoz que dan las redes sociales de Defensa para dar visibilidad a una reivindicación que precariza el servicio que los militares hacen al país. Algo que desde diversas asociaciones de militares llevan reivindicando desde hace años para mejorar el servicio y situación de la tropa.
REIVINDICACIÓN JUSTA
Las bases para estas peticiones por parte de las asociaciones militares viene del propio preámbulo del actual Reglamento de Retribuciones del personal de las Fuerzas Armadas que data del año 2005. Un reglamento obsoleto y que ya daba unos «sueldos penosos» por aquel entonces.
Este reglamento señala que “los miembros de las Fuerzas Armadas están sujetos a un régimen de personal que implica unas especiales circunstancias y servidumbres en su desempeño profesional, al desarrollar sus funciones en el ámbito de la seguridad y defensa. Su cometido, que se desarrolla bajo condiciones de penosidad física y riesgo personal, requiere de una disponibilidad para el servicio y de una movilidad que imponen restricciones a su vida personal y a la de sus familias. Por ello, contar con unas Fuerzas Armadas profesionales y justamente retribuidas es uno de los objetivos del Gobierno”.
En base a estas características y condiciones se basan las reivindicaciones y protestas de los militares. Por eso, desde organizaciones como la Asociación de Tropa y Marinería (ATME) se señala que «los «salarios de hambre» en el Ejército español resaltan una problemática que afecta directamente a los componentes de la escala de tropa y marinería».
«Los bajos sueldos dificultan el acceso a una vida digna para muchos de estos profesionales, lo que contrasta con la responsabilidad y el compromiso que asumen al servir al país. Esta situación pone en evidencia la necesidad de ajustar los salarios a la realidad económica actual, protegiendo los derechos laborales establecidos en la ley de derechos y deberes de los militares, que garantiza un tratamiento justo y digno», señalan desde la propia organización.
IGNORANCIA POR PARTE DE LA MINISTRA
La gota que ha colmando el vaso en esta situación para los diferentes representantes de los militares son las continuas ausencias de la ministra de Defensa, Margarita Robles, a las reuniones del Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas (Coperfas). A la espera de una nueva reunión desde estas asociaciones militares se cree que la ministra «ignora» y «pasa» de acudir a las mismas, para evitar de tratar este escabroso tema para la titular del ministerio.
En este sentido, ya en el mes de junio pasado, las tres asociaciones mayoritarias de militares: la Asociación Profesional de Suboficiales de las Fuerzas Armadas (Asfaspro), la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME) y la Unión de Militares de Tropa (UMT) protestaron antes de abandonar el Coperfas señalando que era inaceptable que «de los “miles de millones” del incremento del gasto en defensa no se dedique “ni un céntimo a dignificar las paupérrimas retribuciones” de los efectivos de las Fuerzas Armadas.
Desde entonces, poco o nada ha cambiado y las protestas en redes sociales durante y tras el desfile del 12 de octubre no hacen más que poner a las claras el sentimiento de una tropa y un ejército que se ve maltratado con respecto a otro tipo de funcionariado.
