Isabel Castelo, la desconocida que controla Ocaso, el imperio de los seguros

Isabel Castelo D’Ortega preside Ocaso, una de las aseguradoras más importantes de España, está en la lista Forbes, está emparentadas con la nobleza y ha tenido una carrera como cantante lírica. Aún así, a los 95 años es una desconocida.

Esta gallega ocupa el lugar número 29 en la lista Forbes de los más ricos de nuestro país. Es la octava mujer en la nómina de multimillonarios nacionales con una fortuna calculada en 1.250 millones de euros.

La compañía Seguros Ocaso fue creada por su abuelo Ramón D’Ortega. Un proyecto que continuó e hizo más grande su padre Santiago Castelo Cortés, casado con la heredera del fundador Concepción D’Ortega López. Sin embargo, Isabel no esperó que fuera un marido quien dirigiera su vida económica. Fue una de las primeras mujeres en ponerse al frente de un gran buque financiero en nuestro país. En la Galicia del final del franquismo se decía que ella y la Condesa de FENOSA eran los mejores empresarios porque eran las únicas mujeres.

Aunque posee alrededor del 92% de la compañía desde hace años ha dado un paso atrás en el control de la empresa familiar y es su única hija, Isabel Elena de Mandalúniz, quien ha tomado el timón de los negocios.

PASIÓN POR LA MÚSICA

Aunque su padre la formó para ser la sucesora de Seguros Ocaso, durante sus años de juventud Isabel, coincidiendo con el pleno control del emporio por su padre, se dedicó profesionalmente a la lírica. La zarzuela y la ópera siempre fueron su pasión. Llegó a actuar con la Orquesta Nacional y la Filarmónica de Madrid. En su breve trayectoria como soprano llegó incluso a grabar discos dirigida por el maestro Sorozábal. Sin embargo, su primer marido no estaba de acuerdo con las veleidades artísticas de su esposa y al casarse con él dejó de lado su pasión musical.

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Logotipo de seguros OCASO.

Su primer esposo fue Ángel de Mandalúniz Uriarte, marqués de Taurisano, empresario y militar. Cuando en 1978 se quedó viuda, la vida de Isabel dio un giro. Coincidió ese momento con la sucesión en Seguros Ocaso. Los ochenta fueron años de expansión para la empresa e Isabel Castelo dirigió con acierto la transición dentro de la empresa. Como reminiscencia de sus intereses artísticos llegó a prestar su voz a los spots televisivos de Ocaso en los 80.

A pesar de su afición artística, Castelo se ha caracterizado por su absoluta discreción. A penas hay imágenes de ella e incluso ha conseguido pasar desapercibida viviendo en el palacete de los Taurisano. Ni siquiera trascendió en su momento sus segundo matrimonio con José Milán Díez, padre de tres hijos de un matrimonio anterior.

EMPARENTADOS CON EL PODER Y LA NOBLEZA

Su hija, hoy al frente del negocio, Isabel Elena de Mandalúniz, está casada con Cristóbal Colón de Carvajal y Gorosábel, militar y duque de Veragua. Descendiente de Cristóbal Colón. Juntos tienen dos hijos, Cristóbal y Ángel.

El consuegro de Isabel Castelo, el vicealmirante Cristóbal Colón de Carvajal y Maroto, murió en 1986 víctima de un atentado de ETA. Fue uno de los momentos más complicados de la familia. Casi una década antes, el entonces duque de Veragua se vio implicado en un escándalo financiero, el Caso FIISA que afectó a más de mil inversionistas y con una cantidad de dinero desaparecido que rondó los 1.500 millones de pesetas. Lo cierto es que el aristócrata salió indemne del escándalo que, inevitablemente, afectó a su imagen en los años 70.

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Boda de María Ybarra y Ángel Colón.

La última imagen pública de Isabel Castelo fue en al boda de su niego Ángel con otro apellido ilustre. Fue con María Ybarra, una de las sagas poderosas clásicas en nuestro país. No pudieron evitar que el enlace, celebrado en la basílica de San Francisco el Grande en Madrid, entre dos familias del poder tradicional acaparase el interés de la prensa del corazón. Entre los invitados había nombres populares como el heredero de los Alba, Francesca Thyssen (la hijastra de Tita Cervera) o algunos miembros de los Borbón-Dos Sicilias.

Con 95 años Isabel Castelo, uno de los nombres más peculiares del clan poderoso español, vive semiretirada mientras en la familia ya entienden como parte del presente una sucesión en el emporio de los seguros que será tranquila y sin sobresaltos, marca de la casa.