Madrid, preocupada por la seguridad de los taxistas, abre la posibilidad de poner cámaras

El pasado 15 de octubre el gremio del taxi madrileño quedó conmocionado con el asesinato de Isidro, un taxista de 62 años de edad residente en Alcalá de Henares, que falleció tras recibir múltiples cuchilladas por parte de un menor. Un extraño caso en el que víctima y asesino no llegaron a cruzar palabras, crimen raro donde los allá y otra vez el sector del taxi expuesto a la violencia. Llueve sobre mojado en la ciudad complutense, hace cinco años otro compañero de Isidro murió en parecidas circunstancias.

La noticia volvió a sacar a la luz la exposición que sufren los trabajadores del sector desde hace años. Por este motivo desde diferentes plataformas y asociaciones de taxistas han vuelto a pedir mejoras para su seguridad y sobre todo facilidades, especialmente económicas, para poder instalar estas nuevas mejoras y mecanismos.

PREOCUPACIÓN EN LA COMUNIDAD DE MADRID

Ante esta nuevo suceso fuentes de la Comunidad de Madrid (CAM) han asegurado que han tenido que acelerar las medidas y procesos que tenían previstos presentar para tratar un tema que preocupa al ejecutivo de la Comunidad, puesto que, es un sector estratégico para el progreso de la región, además de la seguridad al elemental para convivencia de todos.

Por este motivo, la Comunidad de Madrid quiere poner en marcha un proyecto piloto de vigilancia avanzado para aumentar la seguridad de los taxistas. Y para este cometido desde la Dirección General de Transportes y Movilidad de la Consejería de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, iniciará próximamente, según dicen desde el entorno de la CAM, una fase de pruebas para testar, junto a cuatro asociaciones del sector qué sistema se adapta mejor a sus necesidades.

Moncloa
Taxi de Alcalá en el minuto de silencio convocado frente al Ayuntamiento (Foto Ayuntamiento de Madrid)

En este sentido, el director general Luis Miguel Torres ha iniciado una ronda de contactos con representantes de la Federación del Taxi de Madrid, la Asociación Madrileña del Taxi, la Gremial de Auto Taxi de Madrid y Alcalá Radio Taxi, a quienes ha trasladado las condolencias del Gobierno regional por el compañero fallecido en la ciudad complutense y también ha querido explicarles esta medida que ha sido “muy bien acogida por todas las partes”, según ha asegurado Torres.

El Ejecutivo autonómico estudiará los dispositivos más adecuados para mejorar la seguridad de los vehículos y todos contarán con cámara, micrófono y botón del pánico, que se puede activar en caso de emergencia y que conecta con una central de alarmas. Unas medidas disuasorias que desde hace unos años el gremio viene reclamando.

“Nuestro objetivo es dotar de las mejores herramientas a un colectivo que está especialmente expuesto, sobre todo en horario nocturno, y que realiza una labor fundamental dentro de la red de transporte público de la región”, ha destacado el director general.

Desde la Comunidad también apuntan a la necesidad de la involucración del Gobierno central especialmente a la Delegación del Gobierno, de la que ha remarcado que “no puede estar con las manos cruzadas cuando se producen este tipo de incidentes con los taxistas, que son problemas de seguridad”, y cuyas competencias corresponden al delegado del Gobierno, Francisco Martín.

LAS MEDIDAS RECLAMADAS

La disuasión es para el gremio la mejor arma junto a la mampara para evitar este tipo de agresiones. Si bien la mampara aun hay vehículos en los que no puede ser instalados por motivos de espacio y desde que se implementaron los airbags laterales en los vehículos quedaron prohibidas por espacio y motivos de seguridad.

Por esta circunstancia, desde el gremio y diferentes asociaciones de taxistas han solicitado que los taxis podrían desinstalar los airbags laterales para poder permitir la instalación de las mamparas, tan deseada por parte del gremio. Aunque la norma de seguridad de los airbags no permite su desactivación excepto en los vehículos policiales y de emergencia.

La contrapartida a esto y para blindar la seguridad del sector, como siempre en esta década, puede venir de las nuevas tecnologías. Con estos elementos desde varias asociaciones del taxi de diferentes lugares de España llevan varios meses exigiendo las facilidades económicas y sobre todo legales para su instalación.

En este sentido, parece que el gremio del taxi va ahora a encontrar más facilidades en Madrid, que siempre fue reticente al uso de las video cámaras, y después de estos últimos acontecimientos las autoridades madrileñas parecen mas favorables ahora aprobar. La fórmula más posible o barajada será avisara a los usuarios de la utilización de estos elementos sería poner alguna pegatina informativa, en los tickets y de viva voz. Las próximas semanas serán claves para abordar una problemática a clásica en el gremio del taxi.