Rufino Díaz, sábanas para inviernos endebles y duros

Según indica la plataforma de datos Statista, en España, el sector dedicado a los artículos de cama ha llegado a aumentar su valor en más de 40 millones de euros. Para este año 2024, la AEMET (Agencia Estatal de Meteorología) espera un otoño más cálido de lo habitual; una circunstancia que, especialmente en zonas del sur y levante español, hará que muchos antepongan las sábanas de invierno al edredón. A continuación, explicamos qué tejidos se utilizan actualmente para su confección y cuáles de ellos resultan más convenientes según cada persona.

El tejido condiciona las características de las sábanas

El algodón y el poliéster son los dos tejidos básicos con los que se confeccionan las sábanas que marcas como Rufino Díaz ofrecen hoy día en sus tiendas online.

La principal diferencia entre estos materiales radica en su origen: mientras que el algodón es una fibra natural que se obtiene a partir del Gossypium arboreum (la planta tropical que le da nombre), las sábanas de poliéster se fabrican con fibras sintéticas que derivan del petróleo. El origen de cada uno de estos tejidos condiciona sus características.

Sábanas para pieles sensibles

Las sábanas de algodón se definen por la suavidad de la tela con la que se elaboran. Algunos fabricantes utilizan este material, sobre todo, para confeccionar sábanas infantiles y para bebés, cuyas pieles son más delicadas (pueden enrojecerse fácilmente si se rozan con un tejido más burdo).

No obstante, a pesar de esta importante ventaja, a menudo se arrugan con más frecuencia que las sábanas de poliéster. Por este motivo, los hoteles y los pisos turísticos de alquiler suelen elegir preferentemente las sábanas de invierno de poliéster, para evitar invertir tiempo en su planchado.

Sábanas de poliéster

Las sábanas de Rufino Díaz confeccionadas con poliéster tienen una alta durabilidad; gracias a la elasticidad de sus fibras, se adaptan perfectamente a la forma del cuerpo; no se deforman, con lo que admiten lavados constantes; tardan menos en secar que las sábanas de invierno de algodón, y pueden doblarse perfectamente (sin deformarse) a la hora de guardarlas una vez llega la primavera.

Sin embargo, como desventaja, pueden producir enrojecimientos en la piel. Además, no resultan igual de transpirables que el algodón, acrecentando en la persona la sensación de estar bañada en sudor bajo las sábanas de invierno.

El punto medio también existe

Mientras que las sábanas de algodón son muy recomendables para quienes tienen alergia o pieles sensibles, las de poliéster son especialmente adecuadas para las personas que tienden a sudar durante el sueño, o no quieren tener que plancharlas.

De todos modos, para quienes desean disfrutar de las ventajas de ambos materiales, existe también un punto medio: las sábanas de Rufino Díaz que combinan algodón y poliéster a la vez. Hay varias opciones disponibles: las sábanas que utilizan el algodón y el poliéster al 50% en cada caso, y aquellas que confieren prioridad al algodón, con un 65% frente a un 35%.

Sábanas para regiones de invierno difícil

Rufino Díaz incluye en su catálogo sábanas que protegen de la humedad externa, resguardando el calor interno. Algunas de ellas se fabrican con coralina, un tejido de punto (generalmente aterciopelado) que hace posible permanecer calentito toda la noche.

Ahora bien, estas sábanas resultan algo gruesas. Así que, para quien prefiere sábanas más ligeras que, aun así, resguardan del frío, están las sábanas de franela, disponibles también con motivos florales y no sólo geométricos.