El caso Koldo o caso PSOE, como lo rebautizan PP y Vox, deja en una posición insostenible al Gobierno, pero también a sus socios, especialmente al PNV. Los socialistas tratan de cerrar la hemorragia con la estrategia del «y tú más», cargando tintas contra los ‘populares’, pero sin tomar decisiones tras conocerse que el presunto caso de corrupción por la compraventa de mascarillas y test PCR durante el momento más duro de la pandemia, con miles de muertos en residencias y hospitales, afecta directamente al menos a los Ministerios de Interior, Sanidad y Transportes, así como a las Comunidades Autónomas de Canarias y Baleares, durante las etapas de Ángel Víctor Torres y Francina Armengol, respectivamente.
El PP, el único partido de la oposición que no había emprendido acciones judiciales por el caso Koldo, ha entrado en la batalla judicial con una querella contra el PSOE por cohecho, financiación ilegal y tráfico de influencias a raíz de una información sobre el pago de 90.000 euros en distintos momentos en la sede de Ferraz por parte de un empresario vinculado al caso del fraude del IVA en los hidrocarburos y por el que ha sido detenido y encarcelado Víctor de Aldama, uno de los principales beneficiarios del caso Koldo.
Más allá de la estrategia del PP, que aún no ha fijado la fecha para llamar a declarar a Pedro Sánchez en el Senado, los socios de la moción de censura del PSOE a Mariano Rajoy y de investidura del propio presidente del Gobierno muestran «estupor» y una «honda preocupación» por el estallido de este presunto caso de corrupción, más tras el último informe de la UCO que ha creado el desconcierto en las filas de Ferraz y La Moncloa, con varias versiones de los ministros desde el jueves hasta el domingo, cuando Pedro Sánchez dio un golpe en la mesa por la nefasta campaña de comunicación. El lunes, todos los ministros apuntaban en la misma dirección señalando directamente al PP.
EL PNV SOSTIENE LA CORRUPCIÓN QUE ACORRALA AL GOBIERNO DE PEDRO SÁNCHEZ
No obstante, los socios del PSOE callan, aunque hay quien pide responsabilidades, como Més en Baleares por las conversaciones entre Armengol, presidenta del Congreso y tercera autoridad del Estado, con Koldo; así como Coalición Canaria, que insta a revisar las declaraciones de los comparecientes en el Congreso de los Diputados y en el Senado sobre el caso Koldo advirtiendo de supuestas mentiras tras desvelarse el informe de la UCO.
Dentro de Sumar se han mostrado reticentes sobre el caso, mientras que Podemos exige explicaciones de calado ante este caso de corrupción, mientras Junts y ERC permanecen convenientemente callados a la espera de más informaciones, especialmente las que afecten a Salvador Illa, presidente de la Generalitat y quien aparece también en el informe de la Guardia Civil. Pero quienes callan son Bildu y el PNV. Los dos partidos vascos pasan prácticamente inadvertidos, pero por motivos muy distintos.
Los herederos de ETA prosiguen con su estrategia silenciosa para arrancar pactos al PSOE en el Congreso de los Diputados a cambio de su apoyo, mientras que los nacionalistas están atados de pies y manos, de ahí la imposibilidad de hacer una moción de censura, aunque no es por falta de ganas por parte del PP.
LA GUERRA INTERNA DEJA AL PNV MUY TOCADO
El PNV es el único socio de Pedro Sánchez que no puede romper unilateralmente con el PSOE. Los de Andoni Ortuzar han pactado no solo el Gobierno en el País Vasco con los socialistas, sino que también dependen del puño y la rosa en las diputaciones, junto con Bilbao y San Sebastián.
El PNV, además, tienen su propia guerra interna abierta, a la espera de un congreso a inicios de 2025, donde Ortuzar pondrá orden en la casa tras desbancar a los líderes regionales de Vizcaya y Álava. En Guipúzcoa, más de lo mismo. Todo ello, a la espera de dar el paso atrás para encumbrar a Aitor Esteban como nuevo presidente del partido, cuyo objetivo es frenar la sangría de votos, donde Bildu ha estado a punto de dar la estocada definitiva.
Cabe señalar, además, que el PNV tiene muy complicado su voto al PP. Por ahora, le salva sus grandes diferencias con Vox, pero tampoco puede sostener esta situación dado que apoyaron una moción de censura por la presunta corrupción del PP, pero sostienen al PSOE con la misma fuerza a pesar del caso Koldo. Asimismo, cabe destacar que una moción de censura apoyada por el PNV provocaría una caída sin precedentes en el País Vasco: Bildu y Sumar están presionando al PSOE para desbancar a los nacionalistas.
