Los intentos de acercamiento de Izquierda Unida a Podemos están resultando infructuosos. En el seno morado persiste un enfado motivado por la colección de marginación, vetos y desprecios que sufrieron desde Sumar.
El reciente éxito de Podemos en las europeas les ha otorgado una percepción de viabilidad que, en contraste con la crisis que sufre el ‘yolandismo’, ha llevado a algunos componentes de Sumar a recalcular ruta estratégica.
Podemos, por activa y pasiva, ha dejado claro que quiere seguir su camino en solitario tras sufrir lo que algunos miembros de su cúpula tildan de «traición». Creen estas voces que las confluencias, tras alcanzar grandes cotas de poder dentro de Unidas Podemos, acabaron intentando ‘matar’ al partido creador de la coalición.
DÍAZ Y GARZÓN
Los movimientos progresistas contra la OTAN alumbraron Izquierda Unida para alegría del PCE, que quería renovar siglas y sumar fuerzas complementarias tras quedarse al borde de la desaparición en las elecciones generales de 1982.
4 décadas después de aquella hecatombe del PCE, en 2022, dos criaturas políticas del partido acabaron poniéndose de perfil por una cumbre de la OTAN en Madrid surgida del fervor antirruso generado a cuenta de la guerra de Ucrania.
La vicepresidenta Yolanda Díaz y el ministro Alberto Garzón, entonces coordinador federal de IU, tiraron de pragmatismo y, tal y como les recuerda Pablo Iglesias, obviaron a las raíces, bases y ideas ‘antiOTAN’ del comunismo español.
AJUSTE DE CUENTAS
Pablo Iglesias ha escogido un portal de opinión italiano, Pluralia, para ajustar cuentas contra el ‘yolandismo’ e IU por sus cambios de opinión respecto a la OTAN. Estos volantazos se suman a otros similares sucedidos en Europa, véase el giro liberal de Los Verdes alemanes.
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Recuerda Iglesias que «el que entonces era coordinador general de IU y ministro de Consumo, Alberto Garzón, criticó en un extenso artículo la posición de las dos ministras de Podemos en el gobierno, Ione Belarra e Irene Montero, que criticaron públicamente el envío de armas y a la OTAN».
«Garzón, que además de jefe de IU era miembro del Comité Central del Partido Comunista de España, censuró la posición crítica de Podemos con el envío de armas, entendiendo que respondía a intereses corporativos del partido y que iba contra los intereses de la clase obrera española (sic) en la medida que perjudicaría las opciones electorales de Yolanda Díaz y la coalición Unidas Podemos en unas eventuales elecciones generales», añade.
Cree Iglesias que Alberto Garzón expresaba «el enorme complejo de inferioridad de una parte de la izquierda española respecto al otanismo de los medios progresistas y el PSOE». «Cuando la crítica a la OTAN y la lógica de la guerra dejaron de ser un elemento identitario de consumo interno, los comunistas españoles con responsabilidades de gobierno cerraron filas con el PSOE y dejaron a su militancia las críticas sin impacto mediático», subraya.
LA SEXTA Y EL PAÍS
Iglesias denuncia en Italia que la progresía mediática española, en referencia en la actualidad a La Sexta y desde hace más de 4 décadas a El País, ha logrado «disciplinar al conjunto de la izquierda estatal».
«Lo consiguieron en la Transición, lo consiguieron en el referéndum del 86 y lo volvieron a conseguir participando de la violencia mediática contra Podemos». Dice el fundador de Podemos que «aquella violencia contenía una advertencia: si decís y hacéis lo mismo que Podemos os haremos lo mismo que a ellos».
«Esa lógica mafiosa del poder español explica por qué en España de la OTAN no se atreve a hablar mal casi nadie», remata.