Los pulpos son esas criaturas marinas que parecen salidas de un sueño surrealista, y además son mucho más que simples habitantes de los océanos. Con sus cuerpos gelatinosos y sus ocho tentáculos flexibles, los pulpos han cautivado la imaginación humana durante siglos. Pero lo que realmente los distingue son sus sorprendentes características biológicas y comportamientos, que los convierten en uno de los seres más intrigantes del mundo submarino.
1El fascinante sistema circulatorio y el arte del camuflaje en los pulpos
Una de las curiosidades más sorprendentes de estos animales es su sistema circulatorio. A diferencia de la mayoría de los animales, estos cefalópodos tienen tres corazones. Dos de ellos se encargan de bombear sangre a las branquias, mientras que el tercero se ocupa de distribuirla al resto del cuerpo. Esta adaptación les permite sobrevivir en entornos donde el oxígeno puede ser escaso, pero no se detiene ahí. Su sangre, de color azul, está compuesta de hemocianina, una proteína que transporta oxígeno de manera más eficiente en aguas frías y profundas.
Los pulpos son también maestros del camuflaje. Poseen células especializadas llamadas cromatóforos, que les permiten cambiar de color y textura en cuestión de segundos. Esta habilidad no solo les ayuda a ocultarse de los depredadores, sino que también utilizan estos cambios para comunicarse con otros pulpos. Ver a un pulpo adaptarse a su entorno es una experiencia mágica, casi como si estuvieran pintando el océano a su alrededor.
