La salud mental ha cobrado una importancia crítica en el discurso social contemporáneo de alguno de los sentimientos más nocivos, especialmente en la pandemia que ha transformado nuestras vidas y prioridades. Un reciente estudio, el VII Estudio de salud y vida de Aegon, ha revelado estadísticas alarmantes sobre el estado emocional de los españoles.
Un 72% de la población ha manifestado haber lidiado con estrés o ansiedad en el último año, con un enfoque particular en las mujeres y quienes no tienen hijos. Las cifras del estudio son contundentes. El 93,1% de los jóvenes de entre 18 y 25 años señala haber experimentado sentimientos de ansiedad o depresión, lo que subraya la vulnerabilidad de esta población ante las presiones sociales actuales.
2NIVELES DE SALUD MENTAL POR COMUNIDADES AUTÓNOMAS
El análisis de los datos por comunidades autónomas muestra variaciones significativas en la prevalencia de síntomas relacionados con los sentimientos más nocivos como son la ansiedad y la depresión. Navarra, Murcia y el País Vasco tienen las tasas más altas, con un 98%, 90% y 88,7%, respectivamente. En contraste, Asturias, La Rioja y la Comunidad Valenciana reportan cifras más bajas, con el 68%, 72% y 76,7%.
Esta discrepancia invita a una reflexión sobre cómo factores socioculturales, económicos y de acceso a servicios de salud mental pueden influir en el bienestar emocional de los ciudadanos. La creciente crisis de salud mental en España destaca la necesidad urgente de atención y acción.
Las estadísticas reveladas en el estudio de Aegon no solo subrayan el nivel de ansiedad y depresión que enfrenta una gran parte de la población, sino que también exigen una respuesta robusta por parte de los profesionales de la salud y las políticas públicas. La salud mental no es un tema a ignorar; es un elemento esencial del bienestar general que requiere empatía, recursos y soluciones efectivas para poder tratarlo de manera integral.
