Aitor Retolaza fue uno de los numerosos personajes anónimos y empresarios que se sumó a la ola naranja de Ciudadanos en 2018. La formación venía de obtener los mejores resultados de una formación constitucionalista en Cataluña, registrando una victoria contundente, pero los independentistas volvían a sumar mayoría absoluta en los comicios del 21-D, y Retolaza aprovechó ese tirón para hacerse un hueco en la política.
Escogió el municipio donde reside, Alcobendas, para emprender una exitosa carrera a tenor de los resultados obtenidos. En las elecciones de 2019 llegó a pactar con el PSOE para repartirse la Alcaldía y en 2023 hizo lo propio con el PP, pero esta vez ocupando cargos fuera del gobierno municipal, pero dependientes del Ayuntamiento.
A principios de 2018, Aitor Retolaza entró como afiliado tras realizar la entrevista con Inma Puyalto, responsable de nuevos afiliados de Ciudadanos, y terminó ese mismo año formando parte de las listas en las elecciones municipales de Alcobendas para los comicios de 2019. Este último nombramiento fue impuesto a dedo por Miguel Ángel Martín Perdiguero, portavoz de Ciudadanos en San Sebastián de los Reyes y cabeza de lista de las pasadas elecciones municipales del 28-M. Para 2019, Perdiguero fichó a varios paracaidistas más, como Miguel Arranz, cabeza de lista en el municipio madrileño.
PERDIGUERO Y LA NUEVA PROMESA DE C’S
La idea de Perdiguero pasó por nombrar a Aitor Retolaza como portavoz, pero sus pobres dotes de oratoria dejaban mucho que desear. «Tenía dificultades para hablar en público», pero se le dio la oportunidad. Arranz fue designado portavoz durante los dos primeros años de legislatura, tiempo más que suficiente para preparar a Aitor Retolaza para el puesto.
Ciudadanos firmó el acuerdo de esa primera legislatura con el PSOE, concretamente con Rafa Sánchez Acera, hasta ahora portavoz socialista en Alcobendas y nuevo director de Cersa, dependiente del Ministerio de Industria. Aquel pacto consistió en alternar la Alcaldía a partes iguales, la primera parte serían los del puño y la rosa quienes ostentarían el bastón de mando, mientras que el último tramo la responsabilidad recalaría en Ciudadanos. El acuerdo se aceptó sin problemas, a pesar de las críticas de Ferraz a la foto de Colón.
Ciudadanos no se decantó por poner un nombre para cumplir el acuerdo al tener a dos gallos en el corral. Arranz y Aitor blandían sus espadas y tenían dos años de lucha interna por delante. «No hubo acuerdo con el PP por la negativa de Emilio Martín, mano derecha de Arranz», según señalan las fuentes consultadas por MONCLOA.
Las rencillas entre el PP y Ciudadanos en Alcobendas se centran en Martín y Arranz, quienes exigieron al entonces alcalde del PP, Ignacio García de Vinuesa, apartarse del cargo para poder llegar a un pacto de investidura. No obstante, pese a aquel «chantaje», tal y como lo calificó el propio dirigente ‘popular’, los naranjas escogieron al PSOE como su socio.
No deja de resultar curioso que la alcaldesa de Alcobendas, Rocío García Alcántara repescara después a Martín para nombrarle como director de Gabinete de la Alcaldía, un puesto de libre disposición con una retribución de 61.285 euros anuales. En su currículo público, Martín ha evitado señalar su procedencia política anterior.
LA TRAICIÓN DE MARTÍN Y LA REPESCA DE LA ALCALDESA
Tras pasar por Kantar y Konecta entre 2021 y 2022, Rocío García le fichó como personal eventual, cargo que ostenta desde julio de 2023, una vez que la alcaldesa alzó el bastón de mando en la localidad madrileña. La salida de Martín del Consistorio durante esos tres años se produjo por una «constante actitud dictatorial», la misma que tuvo también Arranz, quien pretendía dirigir la formación a golpe de órdenes y sin consensos previos. «Los dos primeros años fueron muy duros por la actitud prepotente de Arranz», puntualizan las mismas fuentes.
Desde el asalto de Ciudadanos a la Alcaldía, el interés personal tanto de Retolaza como de Roberto Fraile, el líder de Ciudadanos en Alcobendas, se antepuso a los del partido llegando al punto «de tomar decisiones a espaldas de la formación», con las consecuentes discusiones y excusas, especialmente de Aitor Retolaza, quien se encargaba de recordar el interés de empresas por su perfil. «Tenía la necesidad de recordarnos que nos dejaría y se iría alguna empresa porque muchas iban detrás de él», apuntan las fuentes.
Retolaza no cedía en su propósito de controlar a todos dentro del partido, incluso con la promesa de otorgar puestos en la lista de las pasadas elecciones de 2023. Las conversaciones, a las que ha tenido acceso este diario, no dejan lugar a dudas sobre estos compromisos, muchos de ellos incumplidos.
El líder de Futuro Alcobendas delegaba en su segunda los principales ‘marrones’ que llegaban al Consistorio, así como apagar incendios llegados de redes sociales. Inma Puyalto fue la encargada de esas farragosas tareas, una labor que cumplió con creces, pero Retolaza se negó a cumplir la promesa de llevarle de número dos en las listas.
«Buenos días, ¿has tomado alguna decisión? Hoy tengo muchas cosas que hacer y quiero tener clara mi situación», le preguntó Puyalto a Retolaza el 18 de abril de 2023. Eran las 8.04 horas y la respuesta no se hizo esperar. Apenas cuatro minutos después, el líder de la formación y socio ahora del PP de Rocío García le apuntó: «Llamé ayer a Roberto por la noche y no me lo cogió, ahora volveré a llamarle y me gustaría contar con su beneplácito también y así estar todo perfectos trabajando en proyecto común».
LA PROMESA INCUMPLIDA DEL SOCIO DE ROCÍO GARCÍA
Puyalto no las tenía todas consigo y mostró su preocupación por la situación a un mes de las elecciones municipales. «¿Y si no te lo da?», insistió. «Seguro que sí, tenemos que llegar a consenso. Yo estoy dispuesto a ofrecerte mucho y cumplirlo, es una cuestión de equipo que te leyó todo ayer también y espero que sea coherente, suele serlo».
«Es más sencillo. -insistió Puyalto- A mí me prometiste algo que no te pedí y si no se cumple, como te dije ayer, me voy del proyecto por coherencia». «Sabes que voy a muerte por el proyecto pero si falla la confianza no tiene sentido», advirtió. «
«Sí, lo pusiste ayer y también lo leyó», apuntó Retolaza. «Yo se lo conté hace unas semanas y también le dije que comentarais pero vi ayer que no se hizo, hoy tendré que hablar con él de manera rápida», prosiguió el ahora socio del PP en Alcobendas. «Una cosa, antes de hablar con él, los tenientes de alcalde no van por orden, al igual que portavoces», se escudó.
No obstante, por aquellos días la debacle de Ciudadanos era un hecho al haber perdido representación en Comunidades Autónomas y lo único que era hipotéticamente seguro pasaba por los primeros puestos de la lista. «Le ofrezco la primera teniente de alcaldía después de la mía y la portavocía, ¿ok? Lo digo para no tener luego problemas», reseñó. La respuesta de Puyalto fue más contundente si cabe: «A mí eso me da igual».
«Se lo voy a ofrecer», insistió Retolaza. «Listas cremallera para los diez primeros al menos con chico/chica», explicó, asegurándose así el primer puesto. «Y él portavoz y teniente de alcalde», destacó. «Exacto», apuntó Puyalto, que defendió a capa y espada la promesa de su jefe para ser la número dos en la lista, pero Retolaza incumplió la promesa. De hecho, Puyalto se enteró por un tercero de las intenciones de Ciudadanos de relegarla al tercer puesto.
Tras esta conversación, Retolaza propuso una cena entre los tres para llegar a un acuerdo, pero Puyalto lo descartó por completo. Este lío lo había montado él y él era el que tenía que resolverlo. «No voy a ir a cenar a hablar de este tema. Espero tu decisión, que agradecería me la comunicaras mañana. Yo no he creado este lío», señaló en una de las conversaciones a las que ha tenido acceso este medio.
Retolaza, el nuevo aliado de Rocío García en Alcobendas, elevó la tensión en su respuesta: «Lo he creado yo al prometértelo, pero también hay más variables que me hubiera gustado hablar los tres y tomar una decisión consensuada».