La Audiencia Nacional juzga a dos etarras por el atentado de la Universidad de Navarra de 2008

El juicio por el atentado de ETA en la Universidad de Navarra en 2008, que dejó 168 heridos y cuantiosos daños materiales, centra la atención mediática. Dos miembros de la banda terrorista se enfrentan a penas de 21 años de cárcel por su presunta implicación en los hechos. Este artículo analiza las claves del caso, el desarrollo del atentado y las consecuencias del mismo.

El atentado: Robo, explosivos y devastación

El 30 de octubre de 2008, un coche bomba explotó en el campus de la Universidad de Navarra en Pamplona, causando 168 heridos y más de 2 millones de euros en daños materiales. La Fiscalía sostiene que los dos acusados, pertenecientes al comando Ezuste de ETA, robaron un Peugeot 306 en Zumaia (Guipúzcoa) el día anterior. Introdujeron en el maletero aproximadamente 80 kilos de explosivos, una mezcla de kaskabarro con cloratita, un artefacto con iniciación eléctrica y activación temporizada.

El vehículo fue estacionado en el aparcamiento este del edificio central, junto a la Biblioteca de Humanidades. La explosión, que se produjo a las 11:00 horas, provocó un cráter de considerables dimensiones en el asfalto y causó daños en 98 vehículos, además de los desperfectos en las instalaciones universitarias. Previamente a la detonación, se recibió una llamada anónima alertando de la inminente explosión. Un mes después, la banda terrorista ETA reivindicó la autoría del atentado en el diario Gara.

21 años de cárcel para los acusados

La Audiencia Nacional juzga a los dos presuntos autores del atentado, acusados de un delito de robo con fines terroristas y un delito de estragos terroristas. La Fiscalía solicita para cada uno de ellos una pena de 21 años de prisión, además de tres meses de multa por cada uno de los 168 delitos leves de lesiones. La acusación sostiene que los procesados formaban parte del comando Ezuste de ETA, una organización terrorista que buscaba la independencia del País Vasco a través de la violencia. La estrategia de la banda, según la Fiscalía, se basaba en sembrar el terror entre la población para lograr sus objetivos. El atentado contra la Universidad de Navarra se enmarca dentro de esta estrategia de violencia indiscriminada.

El juicio se centrará en la presentación de las pruebas que incriminan a los acusados, incluyendo testimonios, informes periciales y las evidencias recogidas durante la investigación. La defensa, por su parte, tratará de refutar las acusaciones y minimizar la implicación de sus clientes en los hechos. Se espera que el proceso judicial arroje luz sobre los detalles de la planificación y ejecución del atentado, así como sobre la pertenencia de los acusados a la organización terrorista ETA.

Este atentado, uno de los más graves perpetrados por ETA en Navarra, causó una gran conmoción en la sociedad española. La Universidad de Navarra, un centro educativo de prestigio internacional, se vio obligada a suspender sus actividades durante varios días. La reconstrucción de las instalaciones dañadas y la atención médica a los heridos supuso un importante esfuerzo económico y logístico.