Sal natural o de mesa: Harvard revela cuál es la mejor opción para cuidar tu salud

La sal natural, un condimento omnipresente en nuestras cocinas, ha sido objeto de discusión y debate en torno a su impacto en la salud. A pesar de su popularidad como potenciador del sabor, el uso y el tipo de sal que consumimos pueden tener implicaciones significativas para nuestra salud. Institute de Harvard ha realizado investigaciones recientemente que ofrecen nuevas perspectivas sobre las opciones disponibles, especialmente al comparar la sal de mesa con la sal natural.

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COMPOSICIÓN Y FUNCIONES DE LA SAL NATURAL

La sal natural, científicamente conocida como cloruro de sodio, está compuesta por un 40% de sodio y un 60% de cloruro. El sodio es un mineral esencial para el funcionamiento del cuerpo humano, ya que interviene en la regulación de impulsos nerviosos, la contracción muscular y el equilibrio de líquidos en el organismo. Sin embargo, la sal no solo se utiliza para sazonar los alimentos; también actúa como conservante, gracias a su capacidad para inhibir el crecimiento de bacterias. Esto la ha convertido en un ingrediente clave para la preservación de muchos productos alimenticios.

A pesar de sus beneficios, el consumo excesivo de sodio se relaciona estrechamente con problemas de salud como la hipertensión arterial, enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. La Organización Mundial de la Salud recomienda un límite de 2.000 miligramos de sodio por día, pero la mayoría de las personas, excede esta cantidad, alcanzando niveles de hasta 3.400 miligramos al día. Este post explorará el debate sobre el uso de diferentes tipos de sal, su composición, sus efectos sobre la salud y qué opción podría ser más beneficiosa para el bienestar general.

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