El motivo por el que no compramos viviendas a pesar de que las hipotecas son más económicas que alquilar

El motivo por el que una persona elige rentar un piso que comprarlo es diverso, pero algunos insisten en que es la opción más viable. El motivo no es el valor de la cuota sino también la posibilidad de contar con ahorros necesarios para poder pagar el ingreso a la vivienda propia. «En muchas ocasiones las familias no pueden dar el salto por carecer de los ahorros necesarios», señalan los expertos.

En algunas regiones de España, los valores son considerablemente diferentes. Según un estudio del Idealista, alquilar un piso es un 83% más caro que la cuota hipotecaria por una vivienda de dos dormitorios, aunque el que considera esta opción debe tomar en cuenta la entrada inicial de 48.480 euros. De acuerdo a este informe, el coste promedio de un alquiler en el país es 1.042 euros mensuales, mientras que la cuota hipotecaria para adquirir esa vivienda se sitúa en 570 euros al mes. La diferencia en estos valores también dependerá de las regiones donde existe una diferencia notable entre las ciudades capitales y el resto de las localidades.

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Alquiler o compra: el motivo para una elección difícil

En Teruel la situación es similar a la de la provincia de Zaragoza. En este sitio, los valores son parecidos y existe una amplia diferencia entre la renta y la cuota de un crédito bancario. En estas tierras, alquilar un piso de las características típicas cuesta alrededor de 464 euros, en contraposición de los 281 de la cuota. En este sitio, para poder tener una entrada se debe contar con un promedio de 24.260 euros.

En tanto, en las capitales los valores varían pero la brecha sigue siendo la misma. En la ciudad de Zaragoza cuesta un 48% más caro alquilar que comprar, en la que se registra un ahorro de 38.363 euros. Mientras que en la ciudad de Teruel, la diferencia es parecida del 43% y se estima que la renta es de 536 euros y la hipoteca de 375 euros mensuales. En este lugar es necesario contar con cantidad ahorrada de 32.334 euros para poder ingresar en el sistema crediticio.