La catedral metropolitana de Atenas se ha convertido en el lugar de recuentro de parte de la familia real española después del absoluto protagonismo de Juan Carlos I durante toda la semana. El motivo es la boda de Teodora de Grecia con Matthew Kumar, un empresario estadounidense de origen indio. Aunque hace medio siglo que los griegos se sacudieron la corona, desde hace años las relaciones entre la familia real y el gobierno heleno están naturalizadas. Los hijos mayores del exrey Constantino no pudieron celebrar sus bodas en el país pero no ha pasado lo mismo con los menores e incluso con el entierro del propio Constantino en 2023.
Juan Carlos I llegó a Galicia el miércoles 25 de septiembre justo cuando la prensa francesa adelantaba la publicación de su libro de memorias. Fue Point de Vue, histórica publicación sobre los avatares de las casas reales, fue quien adelantó una aperitivo de un libro que verá la luz en noviembre en la editorial Stock.
En su libro que se llamará Reconciliación, «mi padre siempre me aconsejó que no escribiera memorias. Los reyes no se confiesan y menos aún públicamente. Sus secretos permanecen enterrados en la oscuridad de los palacios. ¿Por qué voy a desobedecerlo hoy? ¿Por qué finalmente cambié de opinión? Tengo la sensación de que me están robando mi historia», justifica el Rey Juan Carlos su decisión de publicar sus memorias.
LAS FOTOS DE LA POLÉMICA
Justo 24 horas después una revista holandesa, Privé, destapara uno de sus capítulos de su biografía. Uno de esos que ‘roban su historia’. En concreto las imágenes en las que el entonces Jefe de Estado aparece besando a Bárbara Rey.
Una fotografías que vienen a ser la constatación de uno de los episodios más oscuros del reinado de Juan Carlos I. Supuestamente la actriz chantajeó a la Casa Real con estas fotos, además, de con vídeos y audios que perjudicaban enormemente la figura del monarca.
Según quedó recogido en libro El jefe de los espías, el teniente Emilio Alonso Manglano dejó por escrito en sus diarios cómo en los años en los que estuvo al frente del CESID (Centro Superior de Investigación para la Defensa), hoy CNI (Centro Nacional de Inteligencia), se pagó el silencio de la actriz con 600 millones de pesetas, además, de buscar con ella sendos contratos para trabajar en televisión públicas: en Esto es espectáculo en TVE entre 1994 y 1996 y en Cocina en casa en Canal 9 (autonómica valenciana) entre 2000 y 2004.
TRAICIONES FAMILIARES
El propio hijo de la artista, Ángel Cristo Jr., ha reconocido ser el vendedor de las imágenes. En su confesiones a la revista holandesa, el joven afirma que él, con 13 años, fue quien tomó las fotografías en junio de 1994 por petición de su madre.
Sin embargo, la vedette ha negado que su hijo fuera el autor material de las imágenes y asegura que se las ha sustraído y que acudirá a los tribunales contra él. Este escándalo es el último episodio de una batalla familiar que empezó hace meses cuando el hijo mayor de la murciana desveló en televisión el supuesto infierno que había supuesto su adolescencia y primera juventud, centrándolo todo en su madre.
La artista estuvo un tiempo alejada de los focos tras las primeras declaraciones de su hijo, pero finalmente decidió ponerlo todo en manos de la justicia y ha afirmado que al igual que hizo su padre, el fallecido domador Ángel Cristo, su hijo seguía «ejerciendo violencia» sobre ella.
La fractura familiar entre los Cristo-Rey no tiene visos de acabar y, además, muchos medios hablan de que, tras la publicación de las fotos entre el rey y la vedette, pueden haber otras filtraciones y ventas de material. Un asunto que, afirman, intranquiliza, y mucho, a Bárbara Rey.
