Juan Carlos siempre habría tenido una relación compleja con Letizia desde que ella llegó a la Casa Real. A sus espaldas, y en los círculos más cercanos del palacio, el rey emérito no intentaba ocultar su descontento con la elección de su hijo, Felipe VI. La procedencia humilde de Letizia, su anterior profesión como periodista y su falta de sangre azul no eran lo que el monarca había imaginado para el futuro de su hijo. Desde el principio, su relación fue tensa, y los rumores de las críticas que Juan Carlos vertía sobre su nuera no tardaron en salir a la luz.
1Se dice que el rey Juan Carlos llegó a referirse a Letizia con un apodo poco amistoso
La molestia de Juan Carlos con Letizia no era solo por la falta de un título nobiliario o por el hecho de que Letizia no encajara en el perfil pensado para una reina consorte. Su mayor miedo, según se ha comentado, radicaba en su antiguo trabajo como periodista. Temía que Letizia pudiera filtrar información desde dentro de la Casa Real y que su presencia significara un riesgo para la privacidad del palacio. “¿No entiendes que le contará a todo el mundo lo que pasa en esta casa?”, habría comentado Juan Carlos en varias ocasiones, haciendo notable su desconfianza.
Tanto era el recelo que el rey emérito sentía hacia Letizia, que llegó a referirse a ella con un apodo no muy amable: «the enemy within» o «el enemigo interno». Este apodo, que según se detalla en el libro Ladies of Spain, era como una comparación de Letizia con un «caballo de Troya», lo que refleja claramente la visión que Juan Carlos tenía de su nuera. No era solamente la esposa de su hijo, sino alguien que, en su opinión, podía suponer un peligro para la estabilidad de la monarquía.
