La tarta de galletas es un postre que no pasa de moda y sigue siendo un favorito en muchas familias, especialmente en otoño. Su preparación es tan sencilla que no requiere horno y los ingredientes son básicos. Con galletas tipo María, mantequilla, azúcar y leche, puedes crear una deliciosa tarta que encantará a grandes y pequeños. Ideal para las tardes frescas, este postre combina tradición y facilidad en una receta que todos pueden disfrutar.
Lo mejor de la tarta de galletas es que no solo es rápida de hacer, sino también versátil. Las capas de galletas empapadas y crema, con un toque de vainilla, ofrecen una textura suave y un sabor dulce que recuerda a las meriendas de la infancia. Este clásico de la repostería casera es perfecto para quienes buscan un postre delicioso y sin complicaciones.
3Preparación de la crema
La clave de una buena tarta de galletas está en su crema. Para comenzar, calienta la leche a fuego suave con media vaina de vainilla abierta para que suelte todo su aroma. Una vez que la leche haya infusionado, retírala del fuego, cuélala y deja que se enfríe. Si prefieres una versión más rápida, puedes simplemente mezclar leche fría con azúcar vainillado.
A continuación, bate la mantequilla a temperatura ambiente hasta obtener una textura suave y cremosa. Poco a poco, incorpora el azúcar glasé, batiendo constantemente para que se mezcle bien. Añade las yemas de huevo y la esencia de vainilla, y bate a velocidad baja hasta que la crema esté homogénea y sin grumos.
