La transición energética representa una oportunidad única para España, un momento histórico para la reindustrialización del país. El Gobierno y las eléctricas coinciden en la necesidad de apostar por la electrificación como vía clave para descarbonizar la economía. La reciente actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) a 2030 establece un marco de «certidumbre y anticipación» para aprovechar esta oportunidad.
La secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, ha destacado que el PNIEC remitido a Bruselas como ‘hoja de ruta’ para la descarbonización de esta década es un plan «ambicioso» que apuesta por un crecimiento de la demanda eléctrica del 34% en 2030. Esto representa una «oportunidad histórica» para el país, tanto para la industria como para «la sociedad en su conjunto».
LA ELECTRIFICACIÓN, CLAVE PARA LA DESCARBONIZACIÓN
La electrificación se perfila como una de las «grandes apuestas» del PNIEC, con retos como la implementación de bombas de calor en las viviendas o el impulso del vehículo eléctrico. Sin embargo, Aagesen advierte de la necesidad de que la industria y la sociedad dispongan de «precios asequibles de la energía» para poder seguir apostando por esta vía.
Además, la secretaria de Estado señala que la recuperación de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) es algo «muy importante» para abordar estas transformaciones del sector energético en el país. Aagesen subraya que contar con un regulador energético independiente es «fundamental» para velar y contribuir al objetivo de descarbonización.
EL LIDERAZGO DE ESPAÑA EN LA TRANSICIÓN EUROPEA
Por otro lado, Aagesen alaba la elección de la actual ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, como futura vicepresidenta ejecutiva de Transición Limpia, Justa y Competitiva, así como la cartera de Competencia, en el próximo Ejecutivo comunitario. Esto representa «una magnífica noticia para España y Europa, donde muy pronto llegará su liderazgo.
La presidenta de Aelec, Marina Serrano, también aplaude la ambición del PNIEC en el objetivo de aumento de la demanda eléctrica. Sin embargo, advierte que, para alcanzar esas metas de descarbonización, se debe apostar de manera «urgente» por incrementar la demanda. Serrano asegura que la apuesta por la descarbonización de la economía debe «sustentarse sobre la electrificación de la energía«, ya que se dispone de materia prima «inagotable, precios competitivos y redes de distribución robustas.
RETOS PARA IMPULSAR LA ELECTRIFICACIÓN
No obstante, para ello, Serrano advierte de la necesidad de que la nueva regulación introduzca el sistema de «inversiones anticipatorias» y se defina una «tasa de retribución acorde con los riesgos de inversión. Según la presidenta de Aelec, «las redes son un elemento básico» y deben ser reforzadas para hacer posible la electrificación.
En esta línea, el presidente de EDP España, Manuel Menéndez, coincide en la «necesidad de electrificar» y pide «agilizar el ‘permitting’ para los proyectos», ya que «las administraciones deben responder al ritmo para poder llevar a cabo esa electrificación«.
Tanto Menéndez como el director general de Relaciones Institucionales y Regulación de Endesa, José Casas, estiman que el actual límite de inversión en redes eléctricas, situado en el 0,13% del PIB, se ha «quedado obsoleto«, por lo que es algo que debe ser «resuelto».
Casas advierte que la demanda eléctrica «no termina de despegar», especialmente la industrial, a pesar del «apetito» por la electrificación. Esto genera un «cuello de botella» en la red, con un porcentaje cada vez más elevado de peticiones de acceso que se rechazan por falta de capacidad o altos costes de conexión.
En este sentido, el director de Regulación de Iberdrola España, Patxi Calleja, señala la necesidad de «apoyar a la industria para su descarbonización y la mejora de su competitividad». Para ello, insiste en estar preparados para facilitar que, cuando la industria quiera conexión, «la tenga en unos plazos razonables y con seguridad».