Julián Muñoz, exalcalde de Marbella y expareja de Isabel Pantoja, ha fallecido a los 76 años de edad tras una dura lucha contra un cáncer de pulmón. El expolítico ha estado rodeado en todo momento de su familia y de su mujer, Mayte Zaldívar, con quien volvió a casarse. Fue condenado siete veces y la Justicia nunca encontró los 46 millones de euros que, supuestamente, Julián Muñoz ganó en comisiones tras su paso por el ayuntamiento marbellí.
Considerado el alcalde más corrupto de la historia reciente de España, pues fue condenado con sentencia firme en siete ocasiones, la de Julián Muñoz es una historia de auge y caída. Nacido en el pueblo abulense de El Arenal en 1947, donde se ganó su apodo de ‘Cachuli’. Como tantos de su generación dejó la árida y anticuada Castilla rumbo a la capital. En Madrid se instaló en San Martín de Valdeiglesias donde entró en contacto con el mundo de la hostelería.
En los primeros años de Transición conoció a joven aspirante a actriz que trabajaba de camarera en el entonces célebre local de top-less La Pupé. Mayte y Julián se casaron y tuvieron una hija. Además, Julián adoptó a una niña fruto de una relación anterior de Zaldívar. Hartos de sus problemas económicos y huyendo de las deudas pusieron rumbo a la entonces de moda Costa del Sol y se instalaron en Marbella a finales de los 80 donde montaron su restaurante. Un local que en esos años visitaban asiduamente los periodistas que acudían en verano a cubrir la actualidad de la jet set marbellí.
SUCEDER A JESÚS GIL
En 1991 con la llegada de Jesús Gil a la alcaldía de Marbella los Muñoz entraron en política. Aunque Gil quería a Mayte Zaldívar, a la que en el fondo temía y llamaba en privado ‘la víbora’, ésta le convenció para que apostara por Julián.
Durante años fue un gris concejal siempre a la sombra del presidente del Atlético de Madrid y de los prohombres del ‘Gilismo’ como Pedro Román o Juan Antonio Roca. Sin embargo, la vida dio un giro sorprendente. En 2001 Jesús Gil era inhabilitado para cargo público. Ascendió así a la alcaldía Julián Muñoz. Para todos, simplemente un títere del soriano. Y así fue durante un tiempo.
En 2002 entró en su vida Isabel Pantoja y protagonizó uno de los tríos más recordados de la historia reciente. Mientras el política y la tonadillera lo negaban, éste rompía con Jesús Gil. Quería tener entidad propia como alcalde. Por su parte, Mayte Zaldívar, aún la legítima, sonría primero y desmentía rumores, para luego, pocas semanas antes de las elecciones de mayo de 2003, entrar como un vendaval en el programa de Canal Sur de Agustín Bravo para afirmar tajante que su marido se la pegaba con la folklórica: «Que lo sepa toda Andalucía y toda España, Julián Felipe Muñoz Palomo e Isabel Pantoja Martín están juntos».
Muñoz arrasó en las elecciones y dejó junto a la viuda de Paquirri imágenes para el recuerdo: juntos de la mano en el Rocío, paseos desafiantes ante la prensa (el famoso «dientes, dientes, que eso es lo que les jode») y hasta un cara a cara televisivo con su antaño preceptor Jesús Gil. Mientras, la despechada Zaldívar hablaba en televisión del cobro de comisiones que llegaban a casa en bolsas de basura.
A esto hay que sumar una sorprendente moción de censura que le descabalgó de la alcaldía en agosto de 2003. Su propio partido, el Grupo Independiente Liberal (GIL), unió fuerzas con sus antaño acérrimos enemigos, el PSOE que capitaneaba Isabel García-Marcos para que el orden, corrupto, volviera a reinar en el consistorio. Era una pelea por el acceso a la ‘caja’.
Un despropósito que dio lugar a un investigación capitaneada por el juez Diego Torres que desembocaría en el Caso Malaya y otros casos derivados que dieron forma al mayor caso de corrupción política de la historia de España. Diez años después el trío Julián, Mayte y Pantoja acabaron en prisión con distintas condenas.
LA HERENCIA
Julián Muñoz dio con sus huesos en la cárcel y todo parecía indicar que le quedan muchos años de estar entre rejas debido a la cantidad de condenas que se le encadenaban. Con todo, en 2016 se declaró que padecía un cáncer incurable y se le concedió cumplir pena en su casa con la preceptiva pulsera telemática. Sin embargo, unas imágenes dándolo todo bailando sevillanas le devolvieron a prisión. Una actitud festiva y enérgica que contrastaba con la que vimos en sus visitas a los juzgados: demacrado, un tanto desorientado y hasta con dificultades para hablar. Volvió a la cárcel, para salir definitivamente en fase terminal hace más de dos años.
¿DÓNDE ESTÁ EL DINERO?
¿Y el dinero? El Tribunal de Cuentas ha seguido rastreando las cuentas y el destino de los millones de euros que nunca aparecieron. Todo para poder conseguir cobrar la multa que se impuso al político por responsabilidad civil. En concreto, 46 millones de euros. De esta cantidad, el exalcalde sólo pagó 370.000 euros.
Como dice el refrán castellano hasta el rabo todo es todo y Julián volvió por donde solía en plena enfermedad. En 2022 la Audiencia Nacional anunció que abriría un proceso contra él por ocultar, pese a sus deudas, 66.000 euros que era lo que percibió por un documental emitido en Telecinco llamado No es la hora de la venganza, es la hora de la verdad.
Muñoz y cía. aprendieron de la experiencia y en sus recientes entrevistas pre-mortem fue Mayte quien se encargó de facturar. Una Zaldívar reconvertida en sorprendente viuda in pectore. A todos sorprendió que la expareja se volviera a casar en enero de este año. Una decisión que nunca han aclarado y sobre la que mucho ha debatido en los medios. Hay quien asegura que la condición de viuda de Mayte la permitirá tomar decisiones que es mejor que no lleven a cabo sus hijas.