La jueza indica que Grau cobró 1 millón en comisiones a través de las cuentas de Estados Unidos de una de sus hijas

El caso Azud ha destapado una red de corrupción dentro del Ayuntamiento de València, liderada por el exvicealcalde y exconcejal Alfonso Grau. Según los últimos hallazgos de la investigación judicial, Grau habría cobrado una comisión de un millón de euros por facilitar una operación urbanística a través de las cuentas bancarias en Estados Unidos de una de sus hijas. Este caso pone de manifiesto la gravedad de los actos de corrupción que habrían tenido lugar en la administración pública de la ciudad.

La investigación, que se ha llevado a cabo durante los últimos siete años, ha logrado destapar una trama de corrupción que involucra a altos cargos del Ayuntamiento de València y empresarios de la ciudad. El exvicealcalde Alfonso Grau se perfila como uno de los principales implicados en esta red delictiva, habiendo sido recientemente condenado por financiación irregular del Partido Popular (PP) y por aceptar relojes de lujo de un empresario con contratos en el Ayuntamiento.

LA COMISIÓN MILLONARIA DE ALFONSO GRAU

Según el auto del Juzgado de Instrucción número 13 de València, a Alfonso Grau se le atribuye la tramitación «arbitraria» y «discrecional» de expedientes administrativos en favor de los intereses de determinadas empresas pertenecientes al grupo Axis, liderado por el empresario Jaume Febrer. A cambio de estas actuaciones, Grau habría percibido diversas comisiones de carácter ilícito.

La investigación ha podido constatar que Grau y su entorno más cercano, incluyendo a sus dos hijas y sus parejas, habrían incrementado su patrimonio de manera injustificada en al menos 728.051,75 euros entre 2004 y 2014. Estos fondos habrían sido manejados en efectivo e integrados en sus patrimonios personales con la intención de ocultar su origen.

Uno de los casos más relevantes es el de la comisión de un millón de euros que Grau habría recibido a través de la cuenta bancaria en Estados Unidos de una de sus hijas, casada con un ciudadano estadounidense. Según la jueza, Grau facilitó a Jaume Febrer los datos de esta cuenta para que pudiera pagarle dicha comisión a cambio de propiciar una operación urbanística de una de las empresas del grupo Axis.

UNA RED DE CORRUPCIÓN EXTENDIDA

La investigación del caso Azud ha revelado que Alfonso Grau habría participado en al menos ocho tramas de corrupción relacionadas con operaciones urbanísticas favorables a los intereses de Jaume Febrer y sus empresas. Estas actuaciones habrían sido posibles gracias a la «arbitraria» y «discrecional» tramitación de expedientes administrativos por parte del exvicealcalde.

Además, se ha podido constatar que Grau y su familia están relacionados con diversas sociedades mercantiles, entre ellas Edificio Familia 3000 S.L., de la que Grau ostenta el 90% del capital social. A través de esta empresa, Grau habría realizado imposiciones en efectivo por un monto de 412.725 euros, siempre en cantidades inferiores a los 3.000 euros para evitar los controles financieros y administrativos.

La magnitud de los actos de corrupción revelados en el caso Azud pone en evidencia la grave crisis de integridad que ha afectado a la administración pública de València. Este escándalo ha salpicado a altos cargos del Ayuntamiento y a empresarios de la ciudad, generando un profundo cuestionamiento sobre la transparencia y el buen gobierno en la gestión de los recursos públicos.

IMPLICACIONES Y CONSECUENCIAS

El caso Azud ha puesto de manifiesto la necesidad urgente de implementar medidas efectivas de prevención y lucha contra la corrupción en el ámbito de la administración local. La evidencia de que altos cargos públicos como Alfonso Grau hayan participado en tramas de corrupción de manera sistemática, pone en tela de juicio la credibilidad y la confianza de la ciudadanía en las instituciones.

Además, este escándalo tiene implicaciones políticas y legales significativas. Grau ha sido condenado recientemente por delitos relacionados con la financiación irregular del PP y la aceptación de regalos de empresarios con contratos en el Ayuntamiento. Estas condenas refuerzan la imagen de una administración pública corrupta y cuestionada, lo que puede tener repercusiones en la próxima contienda electoral.

En resumen, el caso Azud ha destapado una trama de corrupción de gran magnitud en el Ayuntamiento de València, liderada por el exvicealcalde Alfonso Grau. La investigación ha revelado la existencia de comisiones millonarias, incrementos patrimoniales injustificados y una red de sociedades utilizadas para ocultar el origen ilícito de los fondos. Este escándalo pone en evidencia la urgente necesidad de implementar mecanismos de transparencia y rendición de cuentas en la gestión pública, con el fin de recuperar la confianza de la ciudadanía y garantizar una administración honesta y eficiente.