Más de 300 personas presentan hoy una demanda colectiva en la Audiencia Nacional contra Madeira Invest Club por presunta estafa piramidal. Será la segunda. Se trata de acciones separadas de grupos de afectados por este supuesto delito que en total cifran en algo más de 600 millones de euros.
El despacho de Emilia Zaballos y Francisco Manuel Jiménez es quien se encarga de la representación legal de los afectados. «Hemos recibido más de 300 solicitudes y muchas más van a entrar entre este fin de semana y el martes de personas que han sido afectadas por la estafa. Estamos ordenando toda la documentación de los afectados y se va a presentar una denuncia colectiva ante la audiencia nacional el próximo martes día 24 de septiembre. ya superamos con creces los criterios de los millones de euros establecidos por la audiencia nacional para admitir su competencia y también por el número de personas», explican desde el despacho.
El reciente cierre de Maderira Invest Club ha generado mucha polémica. Ya en el mes de mayo de 2023 fue definido como la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) como «chiringuito financiero». Maderia Invest ofrecía rentabilidades de entre el 30 y el 53%.
Según el despacho de Zaballos Abogados los damnificados ya alcanzan la cifra de 2700 personas y estiman que la presunta estafa alcanza «los 600 millones de euros». Emilia Zaballos describe cual habría sido el modus operandi de este club financiero: «Entrar en dicho club no era barato, tenían que desembolsar la cantidad de 2000 € al año. Este era el gancho para ofrecerle todo tipo de publicidad agresiva y marketing falso, con el objeto de atraparlos en inversiones de una media de 100.000 euros».
Los pagos por estas inversiones se hacían en transferencia bancaria, en Criptomoneda e incluso depositando dinero en una caja fuerte que estaba en Madrid, de la empresa Sentinelqb. «Algunos de ellos consiguieron retirar el dinero, pero otros quedaron atrapados en unas inversiones que no existían».
Según los abogados, la estructura del club responde a la más clásica estafa piramidal: «El dinero de los últimos que iban entrando servía para aparentar una rentabilidad a los primeros que entraron en el sistema. La rentabilidad es que se prometían estaban en torno al 30%. Había mucha arbitrariedad a la hora de prometer las rentabilidades y de hacer los contratos porque a cada grupo se le ofrecían condiciones muy distintas».
El pasado 18 de septiembre se bloquearon las páginas web de Madeira Invest y, según los abogados, dejaron de contestar a los requerimientos y mensajes d ellos afectados que se pusieron en contacto con ellos. Motivo por el cual se han puesto en manos de Zaballos Abogados para presentar una denuncia colectiva.
SEGUNDA DENUNCIA
La denuncia presentada en la Audiencia Nacional por este tema no es la única presentada. También desde Aránguez Abogados, que representan a algo más de 500 afectados han presentado una denuncia por estafa piramidal en la AN. Desde el despacho explican que el CEO de la plataforma era Álvaro Romillo, que se presentaba bajo el alias CriptoSpain. «Alardeaba de ser un gran experto en elusión fiscal y conocedor de criptomonedas», explica en su denuncia. Con ese «discurso persuasivo y a través de su marca convenció a más de 27.000 personas para que accedieran a su club privado de inversores denominado Madeira Invest Club». «En el mismo prometía increíbles rendimientos en base a inversiones que denominaba obras de arte (relojes, coches de lujo, inmuebles etc)», apunta la denuncia.
Con ello, según Aránguez Abogados, «ha generado un fraude cuya cuantía global aún no ha sido calculada, pero que según las primeras estimaciones supera los 300 millones de euros».
LOS CABECILLAS
Álvaro Romillo Castillo, al que los inversores conocían como Luis, es identificado dentro de la trama como una de las figuras claves del Madeira Invest Club. Sin embargo, en un principio no daba la cara y no era conocido por los presuntos afectados.
No estaría solo en esta aventura ya que se apoyó en varios socios, incluido su padre Domingo Romillo Iriarte, quien según los denunciados se encargaba de las operaciones financieras.
Los Romillo administraban los fondos de Maderia a través de cuentas bancarias en Portugal, utilizando estructuras corporativas de Nuevo México para evadir la acción de CNMV.
La conexión entre Romillo y Madeira Invest Club fue expuesta cuando la CNMV emitió advertencias públicas sobre las actividades irregulares de la organización. Las investigaciones revelaron que Romillo también dirigía la cuenta de ‘Cryptospain’ en redes sociales.
Este hábitat ha sido clave para desarrollar el negocio. Primero porque Romillo podía construir un relato y segundo porque se podía permitir evitar los protocolos KYC, de identificación del cliente. Por ello, el club funcionaba a través del Telegram.