Junts y ERC más peleados todavía por los presupuestos de Sánchez

El apoyo a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de Pedro Sánchez puede poner de relieve, una vez más, la ruptura entre los independentistas catalanes de Junts y ERC. Mientras los primeros se niegan a aprobarlos en el Congreso mientras el PSOE no cumpla sus pactos con Puigdemont, los segundos parecen darse por contentos tras el pacto para investir a Salvador Illa y haber conseguido a cambio el famoso «cupo catalán».

Los socialistas ya asumen que la senda de déficit planteada va a ser rechazada por el Pleno del Congreso de los Diputados el próximo jueves. Jordi Turrul, secretario general de Junts, el partido de Puigdemont, ya ha avisado de que sus siete diputados votarán no a los PGE. Esta posición firme de Junts responde a su rechazo a consolidar el «café para todos» o todo aquello que agrave el déficit de Cataluña. Según Turull, será responsabilidad de los socialistas si finalmente no hay Presupuestos Generales del Estado (PGE), y no de los siete diputados de Junts.

PELEA DENTRO DE ERC

El penúltimo episodio de pelea entre independentistas, incluso del mismo partido, ocurrió este fin de semana cuando Oriol Junqueras, ex secretario general de ERC, hizo una demostración de fuerza y se dio un baño de masas entre sus militantes. Junqueras declaró públicamente no tener nada que ver con la estructura B del partido y acusó al sector de Marta Rovira, actual secretaria general de ERC. «Desde enero de 2018 decidieron hacer un grupo B para tomar decisiones políticas. Un grupo de whatsapp que tenía como objetivo tomar decisiones al margen de la presidencia del partido que en aquellos momentos estaba en la cárcel», dijo Junqueras.

Tras la victoria por la mínima del PSC en las elecciones del 12 de mayo la alianza independentista comenzó a resquebrajarse todavía más. El fuerte empuje de Junts, con una impecable estrategia dual y un ‘pateo‘ incansable en todo el territorio ha sido clave para mantenerse en la lucha por la Generalitat, aunque ya se da por pérdida la figura de Carles Puigdemont.

Pero tanto ERC como Junts saben que están a la baja en Cataluña y esa brecha se ha separado tras la alianza del PSC con EREC en solitario. Si las cuentas públicas no salen adelante, «la responsabilidad no será de los siete diputados de Junts, sino del PSOE por no llegar a consensos», ha amenazado Turull.

Lo que Junts presenta como posición de fuerza se ve como un triunfo en el PSC de Salvador Illa, porque ha logrado romper el bloque independentista y el PSC ha hecho lo imposible para acercarse a ERC, con acuerdos en el Congreso de los Diputados y su apoyo en la votación fallida de los Presupuestos.

OPTIMISMO DEL PSOE

El optimismo en el PSOE era total, o ha sido durante unos meses incluido el verano, hasta la llegada de los PGE, ya Ferraz respiraba al considerar que los catalanes validaron los pactos con Junts, la amnistía, los indultos y los cambios del Código Penal con la malversación. El PSOE ha cedido en mucho con sus socios de gobierno, que parecen ser insaciables y pedir más todavía.

Mientras tanto, la portavoz del PSOE volvía a señalar al PP, como si el partido de Feijóo pudiese decidir algo sobre este asunto. «Señores del PP, ¿van a permitir que las comunidades autónomas y los ayuntamientos pierdan 12.000 millones de euros solo para que el señor Feijóo parezca líder de verdad, sólo para un postureo en el Congreso, sólo para que el Gobierno pierda una votación?», llegó a declarar este lunes y añadía que «si el PP vota en contra de la senda de déficit es probable que el Gobierno pierda la votación; eso es lo de menos, porque lo que es seguro es que el señor Feijoo perderá cualquier oportunidad por pequeña que fuese de presentarse ante los españoles como un político de Estado», añadía.

Falta por saber ahora si la pelea continuará entre ambos o si se trasladará al PP y al PSOE por hacerse con los votos de Junts. Los analistas no se ponen de acuerdo si Feijoo dará un paso adelante e intentará pactar con Puigdemont, algo que parecería complicado de hacer entender a sus votantes. Pero en política, como siempre se dice, no hay amigos ni enemigos, solo intererese.