Durante muchos años, el carbohidrato ha sido catalogado como un alimento poco saludable. Sin embargo, no hay nada más alejado de la realidad, ya que se trata de un macronutriente indispensable para tener una excelente salud y un organismo en buen funcionamiento. Si bien muchos han dicho que es el responsable del aumento de peso, la ciencia ha demostrado que la clave está en elegir aquel que sea de mejor calidad.
En este sentido, es importante entender que no todos los carbohidratos son iguales. Mientras existen algunos con un índice glucémico elevado, otros no generan el mismo efecto en el organismo. Las alternativas complejas, presentes en alimentos como los granos integrales, legumbres y verduras son fundamentales para llevar una dieta equilibrada.
¿Cómo elegir el mejor carbohidrato?
El secreto de elegir un buen carbohidrato es que este sea complejo, ya que es este tipo el que puede generar un efecto positivo dentro del organismo. Por una parte, estas alternativas proporcionan una cantidad más elevada de fibras, lo que ayuda a tener la sensación de saciedad por un tiempo mucho más prolongado y reduce los antojos significativamente. Además, este tipo de carbohidratos, al ser digeridos lentamente, proporciona una fuente de energía constante, lo cual evita los picos de azúcar en sangre y los posteriores bajones de energía.
Igualmente, estos alimentos suelen tener una excelente cantidad de vitaminas, minerales y antioxidantes, nutrientes que también son fundamentales para tener un sistema inmunológico fuerte y un funcionamiento óptimo de todos los aspectos del organismo. Estos alimentos deben estar presentes en la alimentación de todas las personas y la clave es que su porción sea la adecuada para mantener un excelente balance en el organismo. Por otra parte, siempre deben estar acompañados de proteína de excelente calidad y grasa saludable.
¿Cuál alimento puede considerarse carbohidrato complejo?
Para conseguir el mejor carbohidrato, es fundamental entender cuál es complejo y cuál no. Los granos integrales como el arroz integral, la avena y la quinoa son excelentes opciones. Además, las legumbres, verduras y frutas también están en la lista de complejos que podemos incluir cómodamente en la alimentación saludable.
Estas comidas pueden ser incluidas fácilmente en el desayuno, almuerzo o cena, pues cada uno de los alimentos son versátiles y pueden mezclarse con una gran variedad de alternativas. La ingesta de estos alimentos pueden brindar beneficios como una mayor quema de calorías al día, la reducción de los antojos y una mejora significativa en el metabolismo.
