sábado, 21 septiembre 2024

Michelle Jiménez, Miss Universo España 2024, habla sobre su paso por centros de menores: «La ley nos respalda»

La decisión de criar a un niño o niña que no es propio puede ser una de las más significativas y gratificantes que una familia puede emprender. Ser familia de acogida no solo brinda un hogar seguro y lleno de amor a un menor en necesidad, sino que también puede ser una experiencia transformadora para todos los involucrados.

La joven ganadora del certamen Miss Universo España 2024, Michelle Jiménez, conoce de primera mano los desafíos y las recompensas de crecer en el sistema de protección de menores. Sus seis años en tres diferentes centros de menores entre los 12 y 18 años la marcaron de una forma «muy positiva«, permitiéndole alcanzar su «sueño» y destacando que la ley española de protección a la infancia «ampara» a los niños y niñas tutelados.

LA IMPORTANCIA DE LAS FAMILIAS DE ACOGIDA

Ser familia de acogida no solo brinda un hogar seguro y lleno de amor a un menor en necesidad, sino que también puede ser una experiencia transformadora para todos los involucrados. Tal como lo expresa Michelle Jiménez, «tener una familia, tener un apoyo, me parece una cosa muy buena y muy necesaria para un menor«.

Los menores que se encuentran en el sistema de protección a la infancia a menudo han enfrentado circunstancias adversas en sus vidas, ya sea por negligencia, abuso o problemas familiares. Estas experiencias pueden dejar profundas cicatrices, pero las familias de acogida tienen la oportunidad de brindar estabilidad, amor y apoyo que pueden marcar la diferencia en la vida de un niño o niña.

Además, convertirse en familia de acogida no solo beneficia al menor, sino que también puede ser una experiencia enriquecedora para los propios miembros de la familia. Al abrir sus hogares y corazones, tienen la oportunidad de aprender, crecer y desarrollar una mayor empatía y compasión.

EL RETO DE LA INDEPENDENCIA Y EL APOYO NECESARIO

Uno de los momentos más difíciles para los menores tutelados es cuando cumplen la mayoría de edad y se enfrentan al reto de la emancipación, sin contar con el apoyo familiar ni los recursos económicos necesarios.

Sin embargo, Michelle Jiménez demuestra que, con determinación y oportunidades, es posible salir adelante. Jiménez, quien trabajó como modelo y camarera para ahorrar y poder independizarse tras cumplir los 18 años, afirma que «va a depender mucho de la situación en particular del menor» y que ella tuvo «esa oportunidad de poder trabajar y ser totalmente independiente«.

Es crucial que las instituciones y la sociedad en general brinden más apoyo y recursos a los jóvenes que egresan del sistema de protección, para que puedan tener una transición más suave hacia la vida independiente. Programas de vivienda asistida, capacitación laboral y acompañamiento psicológico pueden ser herramientas valiosas para facilitar este proceso.

DIVERSIDAD, INTEGRACIÓN Y RESILIENCIA

Jiménez, hija de padres migrantes, también ha sido un ejemplo de diversidad e integración, defendiendo estos valores durante su participación en el certamen de Miss Universo España. Ella afirma que «mis padres y muchos amigos han venido aquí a buscar un futuro mejor y yo creo que eso siempre va a estar bien«, al tiempo que recalca la importancia de «respetar el país de acogida, sus costumbres y contribuir al país para que vaya mejor«.

La resiliencia de Michelle Jiménez es admirable. A pesar de las críticas iniciales por su color de piel, ella ha aprendido a «lidiar con eso» y a entender que «hay mucha gente aburrida» que se dedica a criticar. Su mensaje de fortaleza y perseverancia es un ejemplo inspirador para todos, especialmente para los jóvenes que enfrentan desafíos similares.

En conclusión, la historia de Michelle Jiménez y su experiencia como menor tutelada resalta la importancia de las familias de acogida, la necesidad de brindar más apoyo a los jóvenes que egresan del sistema de protección, y la riqueza de la diversidad y la integración. Su ejemplo de resiliencia y determinación es un faro de esperanza para todos aquellos que han enfrentado adversidades en sus vidas.