50 gramos de Pent y el calentamiento de baterías matan más milicianos de Hezbolá en Líbano que los misiles

Es la nueva guerra, o en realidad es la de siempre, pero con nueva tecnología y ahora en Líbano. El ejército israelí, si alguna vez se confirma que fueron ellos, ha descubierto una nueva manera de matar a sus enemigos a distancia. La famosa guerra híbrida parece quedar atrás con esta nueva táctica de introducir 56 gramos de Pent y sobrecalentar las baterías de litio de los dispositivos electrónicos del enemigo hasta hacer explotar esa carga de material explosivo, que previamente habían sido introducidos en unos 3.000 buscapersonas fabricados en Hungría. Murieron 12 militantes del grupo terrorista Hezbolá. Al día siguiente, en una operación similar, murieron otros 20 milicianos de Hezbolá al estallar sus walkie talkies.

El Pent también conocido como pentrita, es uno de los explosivos más letales conocidos, es más sensible que el TNT, y se usa habitualmente como potenciador en algunas minas terrestres y en cordones detonantes.

Los buscapersonas fueron comprados hace cinco meses por Hezbolá a una empresa de Taiwan llamada Gold Apollo, pero el mismo miércoles un comunicado de esta tecnológica aseguraba que los buscas no eran suyos sino de otra empresa llamada BAC, con sede en Hungría, que construía los dispositivos bajo la licencia de Gold Apollo.

No está claro todavía cómo funciona la mecánica para explotar los dispositivos a distancia, aunque algunos expertos apuntan a que es posible sobrecalentar las baterías de los buscas a distancia introduciendo una señal en el software del aparato para provocar el sobrecalentamiento de la batería de litio del mismo y alcanzar al Pent.

El martes la señal llegó simultáneamente a miles de buscas a las 15.30 horas y provocó además de una docena de heridos unos 2.800 heridos en todo el país, entre ellos el embajador iraní en Libano. Las explosiones provocaron que tanto las autoridades de Líbano como de Siria pusieran en alerta a gran parte de los hospitales del país. El miércoles la señal llegó a la 17.00 horas a los walkie talkies.

El Ministerio de Salud de Líbano emitió un comunicado en el que reconocía que la situación es «urgente» por el «gran número de heridos debido a lo que parece ser una explosión de (dispositivos) buscapersonas que las víctimas tenían en su poder». Además, pedían a la población en posesión de este tipo de aparatos que se alejasen de él.

La recomendación no resultó ser baladí pues al día siguiente, el miércoles, comenzaron a explotar los walkie talkies de los milicianos de Hezbolá en el sur y el este del país provocando al menos 20 muertos y un centenar de heridos. Uno de los fallecidos asistía precisamente al funeral de uno de los muertos del martes.

Desde el Gobierno de Líbano, a través de su ministro de Exteriores, Abdalá Bou Habib, ha pedido este miércoles a Naciones Unidas que ejerza «máxima presión» sobre Israel para «parar esta escalada» tras el reciente ataque coordinado contra miles de dispositivos buscapersonas del partido-milicia libanés Hezbolá, atribuido a Israel.

Durante una reunión con la coordinadora especial de Naciones Unidas en el país árabe, Jeanine Hennis-Plasschaert, el ministro subrayó que este «ataque israelí sin precedentes» representa «un ataque flagrante a la soberanía y la seguridad de Líbano». Por todo ello, Bou Habib pedía a la ONU que ejerza «máxima presión a Israel» para que «ponga fin a sus ataques en Líbano e implemente la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas», según ha recogido la agencia de noticias NNA.

LOS CIVILES NO SON UN OBJETIVO

Hennis-Plasschaert deploró en la víspera el ataque y recordó a las partes que, «de conformidad con el Derecho Humanitario», «los civiles no son un objetivo y deben ser protegidos en todo momento», señaló en un comunicado.

El Gobierno de Líbano contabilizaba el miércoles doce muertos en los ataques del martes, entre ellos dos niños y dos trabajadores sanitarios, a causa de la explosión de estos dispositivos. El ministro interino de Sanidad libanés, Firas Abiad, añadía que la cifra de heridos se sitúa entre 2.750 y 2.800, entre ellos 300 en estado grave.

Si bien las explosiones habían sido atribuidas en un principio a un ataque informático, funcionarios estadounidenses han confirmado al diario ‘The New York Times’ que la Inteligencia israelí había logrado ocultar material explosivo dentro de un nuevo lote de unos 3.000 ‘buscas’ importados a Líbano.

A estos aparatos se les introdujo material explosivo de entre 30 y 60 gramos junto a la batería de cada ‘busca’ y un sistema que podía activarse de forma remota para la detonación a su llegada a territorio libanés, tras lo que Hezbolá los distribuyó entre sus miembros en Líbano, Siria e incluso Irán. 

El ataque incluso afectaba al embajador iraní en Líbano, Mojtaba Amani, quien resultaba herido junto a otros dos miembros del servicio diplomático. Todos ellos fueron trasladados a un hospital de la capital, Beirut, según informaciones adelantadas por la agencia iraní de noticias Mehr.

Las redes sociales se han llenado ya de supuestos vídeos del momento en el que ‘buscas’ explotan en el bolsillo de personas en la calle o en comercios locales.

Por su parte, un miliciano de Hezbolá, citado por la agencia de noticias Reuters que habló bajo condición de anonimato, confesó que la detonación de los buscapersonas era la «mayor brecha de seguridad» que había sufrido el grupo en casi un año de guerra con Israel.

El alcance de las deflagraciones ha traspasado también las fronteras del país mediterráneo y han llegado hasta la nación vecina, Siria. Según informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, varios integrantes del grupo terrorista libanés han resultado heridos también en territorio sirio.

«Varios miembros del grupo libanés Hezbolá llegaron a los hospitales de Damasco y de la provincia de Rif Damasco tras resultar heridos por la explosión de buscapersonas que llevaban encima», aseguró la organización en un comunicado.

NUEVO ATAQUE A LOS WALKIES EL MIÉRCOLES

Lejos de cesar las explosiones el miércoles por la tarde los walkie talkies de Hezbolá comenzaron a explotar y provocaron un centenar de heridos, además de 20 muertos. La Cruz Roja Libanesa ha anunciado que más de una treintena de sus ambulancias se pusieron a atender a «múltiples explosiones» en el sur de Líbano, mientras que otras 50 prestaban servicio en Beirut y sus alrededores.

Las autoridades israelíes mantienen el silencio oficial, mientras algunos medios hebreos ya apuntan a que detrás de este masivo ataque se encuentra la larga mano de los servicios de Inteligencia de Israel. De hecho, horas antes, el Estado judío informó de que habían logrado frustrar un atentado de Hezbolá contra un exoficial israelí.

Si no fuera por la tragedia que supone que haya decenas de víctimas, asesinadas indiscriminadamente, pues incluso hay una niña de 10 años que murió tras explotar el busca de su padre, el suceso daría para hacer una película de espías al estilo de Hollywood. La técnica tampoco parece tan nueva pues en 1996 el servicio secreto israelí, Mossad, ya asesinó al conocido como «ingeniero de Hamás», Yahya Ayyash, con una llamada a su teléfono móvil que hizo detonar un artefacto instalado en su interior. En esta ocasión la operación necesitó un traidor que facilitó el «nuevo móvil» a la víctima.

Se desconoce de momento la operatividad para hacer explotar los ‘Walkie-talkies’ que utilizan los miembros del grupo Hézbola, aunque todo parece indicar que también recibieron una señal antes de arder. Al menos una de las explosiones tuvo lugar cerca de un funeral organizado por Hézbola por los muertos del día anterior. El caos se apoderó de algunos barrios de Beirut, donde mediante megáfonos en mano se llegó a pedir a los propietarios de estos dispositivos que los apagasen e incluso retirasen las baterías,

Este primer balance provisional del Ministerio de Salud libanés confirma el incidente, aunque la agencia nacional de noticias NNA apunta ya que tan solo en la ciudad de Sohmor (en el centro-sur del país) se habrían producido al menos tres fallecimientos.

Según imágenes difundidas en redes sociales, en esta ocasión los dispositivos que estallaban eran walkie talkies. Hezbolá confirmó en la mañana del mismo miércoles que había atacado por la mañana posiciones de artillería israelíes con cohetes, en la primera respuesta tras el ataque de ayer, que Israel ni ha confirmado ni ha desmentido.

El diario New York Times informaba de que «Mortada Smaoui, de 30 años, residente de los suburbios del sur de Beirut, dijo que otra ola de explosiones simultáneas había azotado su vecindario. «Hay edificios ardiendo ahora mismo frente a mí», dijo Smaoui, de 30 años», y agregó que «bomberos y soldados acudían rápidamente al lugar».

Al-Manar, la emisora de televisión oficial de Hezbolá informaba de que las explosiones eran en diferentes lugares del Líbano. La Cruz Roja libanesa informó de que más de 30 equipos de emergencia se han desplegado en el sur y el este del país por estas nuevas explosiones.

El New York Times también publicó que «el Dr. Salah Zeineddine, director médico del Centro Médico de la Universidad Americana de Beirut, dijo que las autoridades libanesas habían puesto a los miembros del personal en espera tras informes de una nueva ronda de explosiones en todo el país».

Los buscapersonas no están conectados a Internet, pero dependen de servidores que centralizan y distribuyen los mensajes que les llegan. Según el Wall Street Journal, lo sucedido este martes podría deberse a un nuevo lote de buscas entregado a los mandos de Hezbolá comprados hace cinco meses, que podrían haber sido manipulados para estallar al recibir un mensaje concreto. «Algunas personas sintieron que los buscas se estaban calentando y los tiraron antes de que explotaran», publicaron.